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María Jesús Montero defiende los presupuestos en la tribuna del Parlamento, en la que confrontó con el presidente del PP-A, Juanma Moreno
Los presupuestos superan el debate de totalidad con varapalos de PP, IU y Podemos

Los presupuestos superan el debate de totalidad con varapalos de PP, IU y Podemos

Moreno Bonilla los califica de «regreso al pasado» y la consejera acusa al PP-A de elaborar una enmienda «de dos folios sin un dato»

Lalia González

Jueves, 5 de noviembre 2015, 00:39

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La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, defendió los presupuestos de Andalucía para 2016 ante las tres enmiendas a la totalidad presentadas, correspondientes a PP-A, Podemos e IU. Aunque era evidente que las cuentas superarían el trámite, por el apoyo de los 9 votos de Ciudadanos a los 47 escaños socialistas, el debate en pleno permitió confrontar los modelos económicos y dijo juego en el intercambio de posiciones.

El duelo dialéctico tuvo especial intensidad entre Montero y el presidente del PP-A, Juanma Moreno, que asumió la defensa de su enmienda, intentó confrontar con la presidenta, Susana Díaz, e hizo hincapié en la ausencia de ésta incluso del hemiciclo, si bien el debate de totalidad siempre es llevado por la consejera de Hacienda.

Frente al relato de las cuentas públicas que desgranó Montero, con las ideas generales de defensa de los servicios públicos, lucha por el empleo o hacer que «las familias noten en primera persona la recuperación»,con menos impuestos, el presidente del PP-A despachó con una frase el presupuesto: «se trata de un regreso al pasado, al pasado de Chaves y Griñán». Las cuentas «se sustentan en perpetuar un modelo que ha fracasado». También tuvo Moreno Bonilla recado para Cs por su apoyo al PSOE, «nuevo socio para las políticas de siempre» y llamó la atención de que van a respaldar más dinero para entes instrumentales, mientras proponen su recorte, y para el banco público, que dicen rechazar. La consejera contestó que el PP prefería que Andalucía se quedara sin presupuestos y no aprovechara la recuperación del 3% que se prevé este año.

Moreno Bonilla descalificó la «falta de ambición» de la Junta en materia de empleo, pues «se conforma con crear 79 mil puestos de trabajo con 1,2 millón de parados EPA». Censuró con dureza la parálisis de la formación, con riesgo de pérdida de fondos europeos «por mala gestión o corrupción» que consideró «escandaloso» y pidió «recuperar el dinero robado». Montero le respondería diciéndole que no iba a entrar en el «y tu más» de la corrupción, aunque no dejó pasar la tentación de hablar del dinero entregado a Rodrigo Rato en Bankia.

El presidente del PP-A dijo que a los presupuestos «le faltan dos instrumentos para crear empleo, una reforma fiscal y apuesta real por sectores productivos». Tampoco compartió el optimismo de la consejera por el aumento de la inversión, «que no compensa el tijeretazo de años anteriores»; su apuesta por la vivienda, pues dijo que el dinero previsto solo da para paliar 24 desahucios, y se cebó en criticar los hospitales sin construir, los problemas para atender la dependencia, el aumento de la pobreza infantil, y aseguró que «menos del 7% del dinero real es para programas sociales».

Montero replicó apelando a la trayectoria del propio Moreno, que fue secretario de Estado de Servicios sociales y «firmó el recorte en dependencia» o estuvo junto a Ana Mato cuando se decretaba el mayor ajuste en sanidad o el copago. Montero también enfrentó las políticas «austericidas» del Gobierno Rajoy al discurso de su presidente andaluz y le pidió que le acompañe a Madrid para pedir mejor financiación y un plan especial de empleo.

Si Moreno llamó la atención de que en 33 años ni una sola enmienda del PP a los presupuestos ha sido aceptada, María Jesús Montero replicó que la enmienda de totalidad popular tiene «dos folios sin un solo número», porque se trata de «una oposición que no se esfuerza» y lanzó otro dardo en clave interna: Si el alcalde de Granada ha dicho que Moreno necesita tiempo, «igual lo necesita el PP para presentar una alternativa real. Esto no es serio».

La consejera replicó a las críticas de Moreno diciendo que la ejecución presupuestaria andaluza está en una media del 97% y que el gasto corriente primario, lejos del «despilfarro» de que habló el líder del PP, es un 14,2% inferior a la media.

Juanma Moreno insistió en que al pintar «una Arcadia feliz» «nos toman el pelo con un cuento de ciencia ficción donde todo es alegría».

Montero aún tuvo en su último turno ocasión de atacar las «facturas en los cajones» en comunidades gobernadas por el PP, Valencia y Madrid. También desveló que el secretario de Estado de Hacienda, Antonio Beteta, ha rectificado y las corporaciones locales mantendrán sus competencias, en contra de lo previsto en la Ley de Régimen Local, porque «son imposibles de asumir sin financiación adicional» ante las críticas de las comunidades del PP.

Por parte de Podemos, Carmen Lizárraga criticó los presupuestos, «antisociales», dijo, y también la tramitación que consideró precipitada, así como la bajada de impuestos, mientras la consejera le rebatió por lo que el partido morado ha hecho en ayuntamientos donde gobierna. Mientras Antonio Maíllo, por IU, insistió en su idea de que los presupuestos son electoralistas y tras el 20D«no los va a conocer ni la consejera que los parió». Montero le echó en cara que «ya está bien que IU se arrogue la pureza» y lamentó que no se sienta orgulloso de su gestión en el Gobierno.

Juan Marín, de Cs, intervino en un último turno para defender su apoyo a los presupuestos, aunque dijo que «no son los de Ciudadanos» y dijo que su partido ya los ha enmendado, en las negociaciones llevadas a cabo. Rechazó los intentos de Moreno y Maíllo de situarle a la izquierda o a la derecha y al primero le indicó que ya verá cómo se entienden en los ayuntamientos de Málaga, Granada, Jaén y Almería y serán los mismos interlocutores. Marín defendió la necesidad de que Andalucía tenga presupuestos y dijo que aunque rechazarlos les daría votos el 20D. «Somos responsables» con el compromiso con sus votantes. Además, justificó el rechazo que las enmiendas no son alternativa.

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