Susana Díaz: "No estoy para impartir Justicia, pero si a alguien le imputan un delito tendrá que dejar su escaño"

Susana Díaz ha remarcado que, aunque confía en la inocencia de Griñán, "lo dije entonces y lo digo ahora, cuando hable el Supremo hablaré yo porque eso es lo que la gente entiende que hay que hacer, la gente no puede mirar a los parlamentos encontrándose que allí hay imputados por un delito".

Preguntada si cree que Griñán ha asumido responsabilidades políticas por el 'caso de los ERE', ha respondido: "Yo soy presidenta por una realidad, el entonces presidente dejó el cargo porque no quería hacer daño ni a Andalucía ni al Gobierno y hoy no sería presidenta si él no hubiera asumido esa responsabilidad", ha subrayado.

Interpelada sobre si ha hablado con José Antonio Griñán y el expresidente Manuel Chaves para que dejen voluntariamente los escaños en el Senado y el Congreso, respectivamente, si el Supremo los imputa por un delito, ha señalado que cuando ella adoptó la decisión se la comunicó a ambos.

"No fue una negociación o diálogo, yo les comuniqué lo que le había comunicado a todos los andaluces porque tengo que usar la misma vara de medir con todos y voy a hacerlo por igual", ha recalcado Díaz, que ha agregado: "Yo tengo una sola palabra".

Para reafirmarse en su postura, la jefa del Ejecutivo andaluz ha puesto como ejemplo el caso de Javier Carnero, quien dejó la lista del PSOE de Málaga a las elecciones andaluzas, donde ocupaba el número cinco, tras ser imputado por un presunto delito de malversación de caudales públicos durante su etapa como alcalde de Benalmádena.

Ante la comparación de los casos de Manuel Chavez y José Antonio Griñán y el eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar, apartado del Grupo Socialista en el Parlamento europeo tras ser acusado de malos tratos por su exmujer, Susana Díaz ha matizado que fue Aguilar quien pidió la baja del partido "que es lo que tenía que hacer. La justicia decidirá después", ha concluido.

Negociaciones para la investidura

Susana Díaz ha reclamado al resto de fuerzas políticas que no boicoteen con tacticismos y politiqueos el mandato ciudadano de las urnas y dejen que forme gobierno, que es lo que reclaman los agentes sociales y económicos. Ha asegurado que en Europa no se entendería que el presidente del Gobierno hable de estabilidad cuando intentan retrasar el debate de investidura en una región de nueve millones de ciudadanos pendientes de si logran un concejal más o menos en algún municipio.

La presidenta andaluza en funciones se ha mostrado muy dura con la actitud del resto de fuerzas políticas que han obtenido representación parlamentaria, como PP, Podemos, Ciudadanos e IU, que han expresado su rechazo a apoyar su investidura e incluso le plantean condiciones para sentarse a negociar. "Lo razonable es que si PP y Podemos no se van a unir para presentar una candidatura alternativa, me dejen que forme gobierno, ha insistido.

No les pido que me voten, eso ya lo han hecho los ciudadanos, por lo que instó al resto de partidos a que no boicoteen ese mandato de las urnas. Y ha reprochado que algunas formaciones hablen de condiciones para negociar. Mi única línea roja es el sufrimiento de la gente. También ha arremetido contra el PP por plantear un pacto para dejar gobernar a la lista más votada tanto en la Junta de Andalucía como en los ayuntamientos, acusándoles de intentar retrasar la investidura hasta después de las municipales para ganar tiempo y resolver sus líos internos. Y ha criticado que ninguna formación haga propuestas a los cuatro grandes bloques o temas que ella planteó como prioridades para la gestión en la comunidad, apelando al sentido común y a la necesidad de arrimar el hombro. Si hay alguna propuesta en los programas que sea buena para Andalucía, no tendré ningún problema en asumirla, ha zanjado.