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Las colonias de flamencos de Doñana y Fuente de Piedra son espectáculos que atraen a millares de visitantes. :: sur
Pasión por los pájaros

Pasión por los pájaros

La diversidad de especies y de espacios para observar aves convierte a Andalucía en un destino de especial interés para los ornitólogos

LALIA GONZÁLEZ-SANTIAGO

Domingo, 21 de septiembre 2014, 01:19

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El interés por los pájaros crece de manera llamativa. Ya no son solo refinados y estrambóticos ingleses los que se recorren kilómetros para permanecer horas impávidos observando aves. Cada vez más gente de toda clase y condición participa de esta pasión que les lleva tanto a contemplar y conocer, como a participar en tareas de voluntariado relacionadas con proyectos ornitológicos. Esto genera un nada despreciable movimiento económico que da esperanzas a comarcas enteras de Andalucía. La comunidad, por su extensión y por su biodiversidad ofrece un amplio catálogo de especies y de zonas para la observación.

Es ocio y es negocio, es turismo y gestión ambiental, pero mucho más. Revela cuidado y aprecio por la Naturaleza y otro modo, más sutil y cultivado, de disfrutar de la vida. Los pájaros que avisaron a Colón de la proximidad de tierra («toda la noche oyeron pasar pájaros», apuntó el almirante en su diario de bitácora) traen a muchos urbanitas de hoy el aliento de una aspiración de libertad, de ligereza.

Rafael Arenas, técnico de Medio Ambiente responsable de las aves necrófagas, afirma que este fenómeno es fruto de una elevación del nivel cultural, de un mayor respeto a los valores de la Naturaleza y también de un mayor cuidado del ecosistema, que a su juicio se vincula al traspaso de competencias a las comunidades autónomas.

En lo contable, el interés por las aves se traduce en una afluencia de visitantes de mucho interés para la economía andaluza.

Javier Madrid, director general de Gestión del Medio Natural, indica que aunque no hay datos nacionales, se puede tomar como referencia que el turismo ornitológico genera en Estados Unidos quince mil millones de euros al año. O que en el Estrecho más de cinco mil extranjeros pasan más de cuatro días cada año viendo la migración por el Estrecho. Las pernoctaciones relacionadas con el turismo ornitológico en España han crecido un 20%, frente a crecimientos del 5 ó 6% de otros segmentos.

El visitante-tipo es una persona cualificada, con formación y poder de prescripción en su ámbito, para atraer nuevos turistas; con poder adquisitivo medio alto. Se calcula que puede gastar entre 90 y 110 euros diarios.

En Holanda, indica Madrid, el 50% de la población está afiliada a una ong ambiental. La afición por la ornitología llega a círculos muy amplios de todo el mundo. En España, la principal ong, Seo Birdlife, ha cumplido 60 años y está en claro auge.

La industria generada en torno a la ornitología no se deslocaliza y favorece a la gente que vive en la zona, resalta el director general. Hay más efectos secundarios: los dueños de las fincas se suman y apuestan por la protección y evitar la erosión o el uso de productos fitosanitarios; los vecinos valoran la capacidad de generar riqueza del respeto al medio ambiente.

Cada vez más comarcas ven en la observación de aves una ayuda a su desarrollo, indica Rafael Arenas. Cita, así a vuelapluma, «Guadalteba en Málaga, donde a los valores culturales vinculadas con la arqueología de la época Neandertal se une ahora la población de alimoches. Un grupo de desarrollo rural de Sierra Morena ha realizado una guía de observación de aves. Hay muchas empresas de turismo activo que se están derivando a la observación de las aves y ven que hay un buen camino por recorrer. Incluso con una variante más, la fotografía. Una empresa de Cortes de la Frontera, especializada a llevar a los clientes a fotografiar a los buitres de un muladar cercano tiene todos los días ocupados. Hay quien viene a fotografiar abejarrucos cuando cruzan el Estrecho desde el Sahara, avutardas en las dehesas, etc».

Cuidado de la fauna

Este auge se basa en años de cuidado hacia el patrimonio ornitológico andaluz. Así, la Junta de Andalucía ha llevado a cabo programas para proteger y reintroducir especies que ya incluso se están enviando a otros países para ayudarles a recuperar o mejorar sus poblaciones.

Andalucía ha cedido a Francia parejas de buitres leonados y negros, y recientemente se enviaron 35 ejemplares de leonados a los Balcanes, donde la especie se habían perdido.

Arenas resalta que la presencia de aves necrófagas revela la existencia de un ecosistema sano, «porque al estar en la parte más alta de la pirámide trófica son las que primero acusan los problemas de contaminación o venenos».

La rcompleja recuperación del quebrantahuesos es una de las operaciones más famosas de las realizadas en los últimos años. La especie se extinguió en 1986.

El voluntariado

Además, la protección de los humedales fomenta la presencia de las aves acuáticas, fáciles de observar y espectaculares incluso para los profanos. Las bandadas de flamencos de Doñana o de Fuente de Piedra son un monumento natural per se.

Manolo Rendón, el director de la reserva de Fuente de Piedra, dirige cada año una compleja operación: el anillamiento de 600 pollos en el que participan más de 400 voluntarios, dispuestos como un ejército para realizarla en pocas horas, con una precisión matemática.

La demanda para participar en este programa es tan alta que Rendón se guarda con celo la fecha de convocatoria para evitar colapsos. Vecinos, naturalistas, expertos llegan de todas partes para incorporarse a este despliegue que le obliga a salir al campo a las cinco y media de la madrugada, llenarse de barro, llevar a los pollos en corrales especiales a ser anillados doblemente, pesados, medidos, analizados y salir sobre las nueve y media después de haberlos devuelto a la laguna. «No hay ninguna otra actividad medioambiental en relación con las aves que concentre tanta gente en un día. Es un acontecimiento de alcance mundial», afirma con un entusiasmo que resiste el tiempo y la rutina, porque lleva casi treinta años realizándolo.

Por eso Rendón sabe bien de la pasión por la ornitología que se ha despertado en la sociedad. También la atribuye a la educación y la formación ambiental y señala cómo se traduce en voluntariado y adiestramiento de los que quieren serlo, y también en negocio para la zona. El centro de visitantes de Fuente de Piedra ha disparado sus visitas, pero son muchos más quienes acuden sin pasar por él.

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