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Idígoras sostiene un dibujo con Harold Lloyd recolgado de la Catedral de Málaga. :: C. Moret | Vídeo: Carlos Bueno
Idígoras se sale de la viñeta
cultura

Idígoras se sale de la viñeta

La Escuela de Arte San Telmo inaugura hoy una exposición que muestra algunas de las series más emblemáticas de la carrera del dibujante

ANTONIO JAVIER LÓPEZ

Jueves, 30 de enero 2014, 23:57

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Se dibuja con la mano, pero también, con el ojo. Esto, que puede parecer una perogrullada, tiene su miga. La cuenta Ángel Idígoras en los talleres que imparte. Y también ahora: «En unos dibujos pinta la mano y en otro, el ojo. En los primeros se trata de liberar el trazo, de pintar casi sin pensar para soltar la mano. En el segundo caso, la composición y las formas están más pensadas, interviene la memoria y la realización es más pausada».

Dicho esto, Idígoras suele encomendarles una tarea a sus alumnos: que se pongan delante de la televisión y retraten a todo el que asome por el marco iluminado. Una fugacidad parecida trajo los retratos de Tom Waits o Nina Simone que esperan su turno para colgar de las paredes de la sala de exposiciones de la Escuela de Arte San Telmo, donde esta tarde (18.30 horas) se inaugura Kafka, Toro Sentado, Van Gogh y compañía, la exposición que repasa un cuarto de siglo de trayectoria de Idígoras.

Y lo hace, además, trayendo al primer plano la faceta quizá menos conocida del autor, seguido a diario por los lectores de SUR y de otras publicaciones en sus viñetas y tiras cómicas. «Me apetecía reunir mis dibujos, pinturas y acuarelas, que la gente viera que también hago cosas en color...», bromea Idígoras (Málaga, 1962) durante el montaje de la muestra.

Apertura con magia y música

Una labor que supervisa con mimo Javier Martín, «comisario» de la exposición, coprotagonista de uno de los dibujos y una de las dos mitades de la banda The Tiritos junto a Jesús Durán. Ambos aparecen en una de las piezas y está previsto que ambos toquen esta tarde durante la inauguración de la muestra, que también contará con las actuaciones del mago JuanLuis Rubiales y del actor y cantante Javier Batanero.

«Una reunión de amigos», en palabras de Idígoras, que junto a los afectos ha reunido en San Telmo algunas de las series más significativas de su carrera como dibujante. Destacan en primer lugar los Visitantes imposibles a Málaga que trazó hace casi 25 años. Ese Alfred Hitchcock dando de comer a Los pájaros, que son palomas, cerca del Paseo del Parque con la Equitativa al fondo. O Harold Lloyd recolgado del minutero del reloj de la torre de la Catedral. También El Gordo y El Flaco en la puerta de La Campana, en el paisaje de Chinitas. O la estatua del marques de Larios silbando coqueto a una insinuante Marilyn Monroe.

«Son dibujos que realicé entre finales de los 80 y principios de los noventa, en los meses que transcurrieron entre que cerró La Gaceta y empecé a publicar en SUR», rememora el dibujante mientras desembala alguna de las obras incluidas en su serie sobre músicos y cantantes.

«Acaban de llegar de una exposición en la Sociedad de Blues de Barcelona», glosa satisfecho Javier Martín junto a un retrato del cantante y guitarrista B. B. King. Otra de las series, la dedicada a los flamencos, no ha llegado a tiempo para la muestra, ya que todavía se expone en Madrid, como lamenta el propio Idígoras, quien muestra también al público piezas que forman parte del lado más personal de su biografía.

Como los semblantes de los jefes indios Nube roja, Toro Sentado y Agallas, dedicados a cada uno de sus hijos, Pablo, Marta y Daniel. «Les dibujé uno a cada uno, aunque no sabría decir muy bien el motivo. Siempre me han gustado los indios y me apetecía dedicarles esos dibujos», esboza Ángel Idígoras.

El lado más personal

Hay otros regalos, también personales. El cuadro de gran formato que regaló a su mujer cuando se casaron. Un equipo de ocho chavales con equipaciones de otro tiempo. «No sé quiénes son. Los vi en una foto, me gustó y me puse a pintarlos. Lo llamo Los Indestructibles Fútbol Club y me hacía ilusión verlo aquí», confiesa el dibujante y mago.

Una pasión por las tablas y por los más pequeños se filtra en la galería de personajes de Idígoras en su serie sobre los payasos. «Una de esas obras sirvió como cartel para la primera edición del Festival Jajejijoju», alude Idígoras en referencia a la cita solidaria que promueve en Málaga desde hace trece años.

Payasos y jefes indios, músicos de jazz y blues, cómicos del cine y algún mago del misterio. El imaginario de un autor que sigue viendo el mundo con los ojos del niño tímido que fue. Y que sigue siendo.

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