Borrar
La pirámide de la reconciliación
málaga

La pirámide de la reconciliación

El mausoleo de San Rafael se convierte en un referente para la recuperación de la memoria histórica. Los familiares de la represión franquista valoran el monumento como un acto de Justicia pero sin revancha

IGNACIO LILLO

Domingo, 19 de enero 2014, 21:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Esa mañana del 11 de enero evocaba a otra, seguramente más fría, de hace 77 años, en la que los malagueños fieles a la República ya presagiaban que el final estaba cerca. En invierno se abrió la herida, y en invierno cicatrizó. La inauguración del mausoleo de San Rafael ha permitido descansar por fin a los familiares de los 4.411 fusilados en las tapias del antiguo cementerio, un genocidio que se prolongó desde 1937 hasta 1955. También ha supuesto cerrar una etapa de 11 años de trabajo de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, los auténticos impulsores de esta pirámide que ya se ha convertido en un faro que guía a los colectivos de víctimas de toda España. Como dijo su presidente de honor, Francisco Espinosa, durante la inauguración que reunió a más de dos mil personas, «se cierra un duelo que ha durado más de 75 años, sin afán de revanchismo, sólo con mucho dolor».

El monumento de mármol blanco refleja el cielo en lo que todavía son los terrenos degradados del camposanto. Está a pocos pasos de la que fue la mayor fosa común de España. Sobre la piedra están tallados los nombres de todos los represaliados que se han podido identificar, bajo la siguiente leyenda: «Se puede morir por las ideas, pero nunca matar por ellas. La ciudad de Málaga en memoria de aquellos que perdieron su vida en defensa de la libertad y la democracia, cuyos restos reposan en este panteón y otros lugares». Tiene 8,5 metros de altura y 135 metros cuadrados de superficie. En su interior ya descansan las 2.849 cajas con los restos que se han exhumado, individualizados pero aún no identificados. La diferencia entre una y otra cifra se debe a que muchos cuerpos se trasladaron al Valle de los Caídos; aunque la lista completa se ha obtenido fruto de las pesquisas que ha llevado a cabo Espinosa a lo largo de más de una década.

El Panteón de la Memoria Histórica, que así se llama, ha costado 220.000 euros, y es fruto de un acuerdo institucional entre el Gobierno central, el Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía. A estas tres instituciones se suma la Universidad de Málaga, que ha puesto buena parte del trabajo y los estudios para que las exhumaciones fueran posibles.

Al contemplar este logro, y el camino recorrido para llegar hasta el pie de un hito en el que muy pocos creían, entre los hijos y los nietos se mezcla un sentimiento de alivio con otro de haber conseguido, al fin, Justicia para sus seres queridos. Pero no hay rencor ni revancha, sino una petición unánime de que algo así nunca se vuelva a repetir.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios