Quince años dando personalidad a los hogares de Málaga

Estudiaba cuarto de Derecho cuando se plantó y decidió que no quería ser abogada, sino que deseaba dedicarse a lo que realmente le gustaba, la decoración. Y dejó la universidad para formarse en este campo. No le salió mal la apuesta a la malagueña Gabriela García López sino todo lo contrario, puesto que estos días celebra el decimoquinto aniversario de su tienda, Segunda Época.

Su afición por el interiorismo le viene de familia, ya que sus padres regentaban un comercio de antigüedades en el mismo local de La Malagueta en el que ella ahora diseña hogares. Desde pequeña ha disfrutado en este mundillo, de ahí el nombre que eligió para su aventura empresarial. "Es un homenaje a mis padres, porque es la segunda vez que alguien de mi familia trabaja en este sitio, y también se debe a que inicialmente los muebles eran antiguos y tenerlos aquí era darles una nueva oportunidad".

De hecho, afirma que durante ocho años "fue una romántica" y mantuvo el legado de sus padres, aunque pasado ese tiempo decidió que era el momento de desarrollar completamente su propio proyecto: "Decidí que las antigüedades o yo".

Influencia inglesa

Gabriela García destaca que tanto en su tienda como en su trabajo predomina el estilo inglés con toques románticos, donde abunda el gris, el blanco y el rosa. Sobre este último asegura que "no es un color, sino una actitud. La gente actualmente lo aprecia mucho, y tengo bastantes clientes que antes lo odiaban y que ahora me lo piden para todo", resalta.

Pese al paso del tiempo, sigue encargándose personalmente de todos los trabajos que le llegan, ya que, según dice, le encantan "los retos", e insiste en que tan difícil es decorar un hogar desde cero como renovarlo manteniendo el mobiliario. "Nos encargamos de todo: tapicería, pintura, decoración", ya que en su tienda, según insiste, ofrece "todo lo necesario para una casa: desde un salero a un mueble, mantel o papel pintado" a la vez que son especialistas en listas de boda y también engalanan salones para enlaces o fiestas.

Dada la delicada situación económica actual, la responsable de Segunda Época asegura que siente "una gran satisfacción y nostalgia" por cumplir quince años con su tienda, que abrió el 1 de octubre de 1998 después de haber trabajado para dos empresas restaurando muebles, una labor que continúa haciendo con la misma pasión que en sus inicios.

En el sector de la decoración también se nota la crisis ya que, según comenta, cada vez son más las parejas que cuando se casan "piden directamente como regalo dinero", a la vez que lamenta el cierre de otros negocios similares al suyo. "Ha cambiado mucho el panorama desde que empecé, pero espero que ya nos quedemos los que seguimos aguantando". Y también la coyuntura influye en los servicios que demandan los clientes para sus viviendas: "El presupuesto es ahora menor y muchos optan por ejemplo por los papeles pintados, tan en boga últimamente, para darle un toque diferente a su casa". "Es una forma práctica de darle un nuevo aire al hogar", apostilla.

Aunque no se sigue tanto como en la moda, el interiorismo también tiene sus tendencias. Así, Gabriela avanza que esta temporada en casa habrá que tener "algo de cuero viejo, algo industrial con hierro y algo rosa", según ha constatado en la feria del sector de la que acaba de regresar de París, y que relevarán, en la medida de lo posible, a los tonos gris y blancos que desde hace unos años predominan en este ámbito.