Borrar
Nacho Figueras: «No me siento un hombre deseado»
gente

Nacho Figueras: «No me siento un hombre deseado»

La imagen de Ralph Lauren, es un modelo comprometido pero sin «vocación política». El jugador de polo abandera la lucha contra el sida, rehúye la fama y vive entregado a su mujer y a sus cuatro hijos

Luis Gómez

Domingo, 22 de septiembre 2013, 11:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Nacho Figueras (Buenos Aires, 1977) es el jugador de polo más popular del mundo y figura en casi todas las listas de los hombres más sexys. Divide su tiempo entre niños, pañales y caballos, y va tan sobrado de clase que se puede permitir el lujo de vestir trajes sin calcetines y no perder un gramo de estilo. Ha visitado esta semana Madrid para publicitar Polo Red, la última fragancia de Ralph Lauren, «para hombres que asumen riesgos».

Estaba claro que de hacer carrera en la moda debía ser en la firma del logo del caballito.

Ja, ja. Me críe admirando la marca. De chiquito tenía una camisa de Ralph que para mí era especial. No entendía nada ni de moda ni de Ralph, pero era el logotipo que me gustaba.

¿Cuánto le debe a los caballos?

¡Todoooo! Los caballos son lo que más me gusta en el mundo.

El hombre del polo, sin embargo, quería ser futbolista o tenista.

No. Siempre supe que quería ser deportista. Me gustaba el tenis, el fútbol, el atletismo... Poco a poco le fui agarrando el gusto a los caballos y decidí que quería ser polista el resto de mi vida.

Nacho admite que la «combinación del hombre y el caballo, un animal muy sensual», provoca una reacción «especial» en las mujeres, lo que transforma el polo en «un deporte muy sexy».

¿Los polistas merecen la fama de seductores que arrastran?

Ja, ja. No lo sé. Yo no me pude enterar porque me casé muy joven. Así que habría que preguntarle a los solteros.

Nacho tiene cuatro hijos (Hilario, Artemio, Aurora y Alba) y en 2005 se casó con la fotógrafa y exmodelo Delfina Blaquier tras seis años de noviazgo. «Es mi socia y el motivo de mi éxito», repite.

Ha sido un hombre precoz.

Eso lo dice vos. Me gusta la velocidad. Tuve la suerte de formar una familia muy joven que me ayudó mucho a concentrarme en lo que tenía que hacer y a no distraerme. Quizá por eso he podido hacer tantas cosas.

New York Magazine le definió como el Brad Pitt del polo. ¿Cómo vive sintiéndose uno de los hombres más deseados?

Yo no me siento de esa manera. Son listas y punto. Chicos como yo hay por todas partes.

«No quiero criticar ni ofender a los modelos, pero no me siento parte de esa profesión». ¿Por qué?

Porque realmente no me siento modelo. Represento a una marca y punto. Todo esto lo veo como algo complementario que me divierte, pero yo soy un profesional del polo. No hago pasarelas.

¿Lo suyo con Ralph Lauren fue un flechazo?

Siempre digo que no trabajo para una empresa sino para un hombre líder de una compañía y un jefe de familia. Su firma, más que una marca, es un estilo y una manera de vivir muy agradable a la vista.

Los deportistas están desplazando a actores y cantantes de la moda. ¿Son buenos modelos de vida?

Se nos relaciona con una vida sana, que no significa que los demás no la tengan. Damos una imagen saludable y apetecible, y somos una referencia para los niños.

Aunque en Estados Unidos despierta el furor de una estrella pop, Nacho pasa de puntillas sobre este punto. Mucha gente identifica el nombre de Ralph Lauren más con la figura de Figueras que con la del propio diseñador. Su fama le llevó a hacer un cameo en la serie Gossip Girl interpretándose a sí mismo. «La idea es que fuera yo mismo, con la camiseta de Black Watch, mi equipo», afirma.

Madonna, Marc Jacobs, Chloë Sevigny o Hugh Jackman son algunos de sus incondicionales. ¿Dónde radica su carisma?

Habría que preguntarle a la gente que cree que lo tengo.

«Detesto la falta de honestidad y en política es algo común». ¿Ha sopesado el salto a la política?

Me encantaría ayudar, pero soy demasiado idealista. Es muy fácil criticar. También creo que es un camino muy arduo y muy difícil, pero no creo que la política sea mi vocación. Me interesa la filantropía. Es mi meta y el pasillo para devolver a la vida tantas cosas buenas como me ha dado a mí.

¿Confía en los políticos?

Yo soy muy positivo. Mantengo que alguien no es culpable hasta que no se prueba lo contrario.

«Un tipo de clase media»

Ha contribuido al conocimiento del polo. ¿Su siguiente compromiso es popularizarlo para que lo practique el que quiera, no solo la realeza o los millonarios?

El polo nunca será como el fútbol, el tenis o el golf. Pero me encantaría que cada vez más gente se interesara por él. Es un camino largo y lento. Un tipo de clase media como yo practica deporte con gente increíble como el príncipe Harry de Inglaterra. Se establecen vínculos de total normalidad.

¿Dejará de ser elitista?

El polo es gente a caballo que trabaja un montón de horas, que se levanta todas las mañanas... ¿Que a veces te lleva a recibir un premio de la reina de Inglaterra? Es circunstancial. Se debe enfocar con una óptica superinclusiva.

Es también un fanático del diseño. Tanto que tiene potrillos con nombres de arquitectos.

Me apasiona la arquitectura. A dos los llamé Mies y Zaha por Mies van der Rohe y Zaha Hadid.

¿Cómo diseña su vida?

Mi vida está basada un 100% en la familia. Tratamos de pasar el mayor tiempo juntos. A todos nos gustan los caballos, el campo...En un anuncio salimos todos.

¿Son más complicadas las sesiones cuando toda la familia se funde en besos y abrazos en pijama?

¡Nooo! Es mucho más fácil. Es como un día más.

Durante la agotadora jornada del pasado martes en Madrid, su mujer le mandó varios tweets cariñosos. «Vos, volvé pronto», le escribió Delfina.

Es también embajador de la fundación Sentebale, dedicada a ayudar a niños de Lesotho con sida.

Hay que dar a estos niños educación, comida, sanidad y... ¡prevención! Se puede cambiar a una generación entera, a todo un país. Lesotho tiene dos millones de personas y 400.000 enfermos de sida.

¿Ahondan las diferencias entre las clases ricas y pobres?

Por eso es tan importante dar oportunidades. Así podrán sacar la cabeza quienes las tienen.

Como Ronaldo y Beckham, que lanzan ropa interior, ¿Nacho se ve de diseñador?

No. Yo estoy muy bien con Ralph. Me quedan diez años de profesional y debo dedicarme a lo que me corresponde, que es jugar al polo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios