El desinterés de las empresas por el anillo ferroviario amenaza 7.000 empleos
Un estudio de la UMA situaba a este proyecto como un elemento clave para la generación de riqueza, con un impacto directo de 500 millones
IGNACIO LILLO
Lunes, 12 de agosto 2013, 09:00
El desinterés que han demostrado las empresas del sector ferroviario y constructor por hacerse con el contrato para ejecutar y explotar el anillo de ensayos ... previsto en la Vega de Antequera -al menos, bajo las cláusulas que planteó el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para el concurso, que se acaba de cerrar sin ninguna oferta- amenaza con echar por tierra una iniciativa capaz de generar 7.000 empleos en la provincia.
Así lo estimó un estudio elaborado en 2011 por un equipo de catedráticos y profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga (UMA), que situó al futuro centro de investigación como un elemento clave para la generación de riqueza en la provincia, con un impacto directo superior a los 500 millones de euros durante la fase de ejecución de los trabajos (tres años).
La mitad de esta cifra corresponde al sector económico más castigado por la crisis, el de la construcción; y el resto se repartía en porcentajes similares entre la industria de materiales eléctricos; el metal; el transporte, los servicios empresariales y de alquiler y la maquinaria. Y ello sin tener en cuenta el incremento del consumo familiar derivado por el repunte del empleo.
Beneficios para el entorno
El informe también puso de relieve los beneficios en la economía del entorno más próximo, el de la Vega de Antequera y los municipios por donde discurrirán las vías, «debido al papel directo que sus gastos pueden generar en el entramado empresarial local, a través de un amplio conjunto de proveedores de bienes y servicios que son necesarios para su puesta en marcha y posterior funcionamiento», cita textualmente el estudio. Asimismo, los expertos destacaron su incidencia sobre la financiación de las corporaciones locales del entorno inmediato, mediante la recaudación impositiva originada por las instalaciones, fundamentalmente las inmobiliarias.
A estos efectos directos se añadirán otros generados de manera indirecta, como son la mejora de la competitividad del tejido empresarial de la zona; la formación de un capital humano altamente cualificado; el impulso a la I+D, vinculado a la Universidad, y la atracción hacia este territorio de compañías multinacionales de alto nivel tecnológico.
Adif convocó en julio un concurso para que un consorcio empresarial asumiera la ejecución y explotación, por un periodo de 25 años, del Centro de Ensayos de Alta Tecnología Ferroviaria, con un plazo de ejecución de tres años y un presupuesto de 386,2 millones (casi el 80% con cargo a fondos Feder y estatales). En cambio, el sector ha considerado que las condiciones económicas impuestas eran demasiado exigentes y han dado la espalda a esta fórmula.
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