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Concha Buika: «El amor no es legislable»
A QUEMARROPA

Concha Buika: «El amor no es legislable»

Kitailo, que es su nombre tribal, se muestra orgullosa de sus compatriotas: «El español es un animal fuerte, no le tumban»

DANIEL VIDAL

Martes, 23 de julio 2013, 10:43

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Vive a pecho descubierto. Concha Buika (Palma de Mallorca, 1972) es una mujer auténtica que persigue una luz al final del camino. «Yes, we can», le dice la voz que sale del fondo.

Su nombre tribal es Kitailo, por su abuela. ¿Qué significa?

Es un personaje de cuento, una muchacha de bosque. Una ratilla que conseguía muchas cosas.

¿Se siente identificada?

Me siento identificada con mi abuela, aunque hubiera sido una astronauta.

¿Sigue siendo una joven promesa con 41 años?

¡Sí! Uno es joven hasta que quiere. La vejez es un merecido descanso que aún no me he ganado (risas).

Su noche más larga, ¿cómo fue?

(Piensa) ¡Muy negra! (Carcajada).

Se definió una vez como «trisexual, trifásica, y tridimensional». Eso le va a perseguir durante mucho tiempo...

Eso fue una respuesta rápida a una pregunta gilipollas. El periodista se puso un poco...

¿Profundo?

Profundo no, gilipollas. A preguntas gilipollas, respuestas aún más gilipollas. Ese es mi lema (risas).

Entonces no le preguntaré cómo se define...

¿Es que hace falta? El modo psicoanálisis es como una prisión. Es muy ególatra esto del yo superlativo. ¿No basta con comer, follar, trabajar y reírte con los colegas?

¿Qué sonaba en su infancia?

Mi madre compraba discos en el mercado por kilos, como si comprara carne. Para ella todo era bailable y todo se bailaba a lo africano. Daba igual que fuera heavy metal que música clásica, hip hop... Así que en mi casa había música africana... y todo lo demás.

¿Qué música le pondría a la situación actual del país?

Ahora mismo está pasando una manifestación por Gran Vía (en Madrid). El español es un animal fuerte, no le tumban. Es un especialista en armas de construcción masiva. Estoy muy orgullosa de mi tierra. ¿Una melodía? Estamos rodeados de canciones. Lo que tenemos que hacer es cantarlas.

Político, ¿de qué es sinónimo?

De artista. Y somos los artistas los que estamos haciendo el trabajo de los políticos, consiguiendo un mensaje de paz. El mensaje de que en España hay gente impresionante. Una calidad de vida alucinante. Una luz que nunca para. Eso es un trabajo político.

«Compongo para no odiar y canto para no volverme loca», dijo. ¿Qué le hace enloquecer?

Muchas cosas. No entiendo que un chaval tenga que sufrir. Es una de las grandes gilipolleces del mundo de los adultos que me hace sentir tremendamente violenta.

¿Ha sentido odio?

Sé mentir muy bien... (risas). Si la mentira sirve para algo, que sea para no herir a nadie.

Otra frase antológica: «Creo en el trío y siempre creeré en el trío». ¿Se puede amar a dos personas a la vez, que dice la copla?

Creo en toda unión con la que se consiga más amor. Que cada uno se lo monte como quiera. Tríos, grupos, uno solo... El amor no es dirigible ni legislable. ¡He amado a todo un público a la vez! No temes el desamor de uno cuando tienes el amor de 3.000 personas.

También dijo que se casaría las veces «que hiciera falta». ¿Cómo va la cuenta?

(Risas) Ahora estoy detrás de casarme conmigo misma y lo voy a conseguir. ¡Es la boda más difícil! ¡Tremenda candela!

¿Qué le asusta?

Nada. Un día me dediqué a borrar todos los miedos que tenía.

¿Vinilo o Spotify?

Vinilo, totalmente. Pero mientras la música pueda sonar...

¿Tiene un mito erótico?

Papi, soy ambiciosa. Soy de un poblado, de una familia muy pobre y estoy aquí por una misión, una luz que está al final del camino y que tengo que perseguir. No tengo tiempo para tonterías.

¿Qué le dice esa luz?

Yes, we can (risas). Mi misión es llevar el mundo hacia un cielo más bello. Dejar a las próximas generaciones un mundo mejor.

«Mejor roto que doblado», que decía Camarón. ¿Cuántas veces se ha doblado usted?

Ninguna. Y tampoco me he roto.

¿Y qué le duele?

Que intenten hacernos creer que no nos llevamos bien.

Una palabra indispensable es...

Amor. Que no falte nunca.

¿Qué sueño se le repite?

Que salgo de todas las malas situaciones volando. ¡Pero volando de verdad! ¡Lo dirijo yo!

¿Le siguen salvando la vida los porros?

¡Se la salvo yo a ellos! (Risotada).

¿En qué cree?

Ahora, en ti. Eres la única realidad del entorno que no me vuelve loca.

¡Qué pena que acabemos ya! Dígame, el que come y canta...

Y ríe, también, ¡ese está vivo!

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