Borrar
El bloque afectado está contiguo al antiguo edificio de la Cruz Roja, ahora abandonado :: Álvaro López
«He podido matar 70 ratones dentro de mi casa en los últimos dos años»
Málaga

«He podido matar 70 ratones dentro de mi casa en los últimos dos años»

Vecinos de la Trinidad denuncian problemas de insalubridad por la constante presencia de roedores dentro de sus viviendas

Juan Soto

Lunes, 8 de julio 2013, 10:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Cuando me entregaron la casa volví para decir que habían dejado inquilinos». Tamara Maya se muestra tajante a la hora de hablar de las ratas y ratones con las que deben convivir a diario en La Trinidad. «Les tengo pánico y me paso más tiempo en la calle que dentro de casa», explica. Su caso es el mismo que sufren a diario los propietarios de un inmueble ubicado en la calle Rosarito, a la espalda de la céntrica plaza de San Pablo.

El problema con las ratas y ratones viene de largo en la zona. Los vecinos explican que es el mal endémico de toda la barriada, aunque en su zona se acentúa por el abandono del antiguo edificio de la Cruz Roja, que lleva desde el verano tapiado para que nadie entre pero lleno de suciedad. Tamara, como el resto del vecindario, entiende que «es un foco de infección, ya que no lo limpiaron y fumigaron convenientemente antes de tapiarlo».

Nieves M. le pone una cifra al problema: «En los últimos dos años he podido cazar unos 70 ratones». Esta vecina, que vive en un bajo pared con pared con el edificio abandonado dice que los roedores entran por todas partes, aunque sobre todo están en la cocina. «Tengo media cocina sin utilizar, cada dos por tres me aparecen los cajones llenos de cagadas», dice. En su caso explica que le salen por todos lados, incluso rompen las paredes para salir. «Parece que están en la recámara de las casas, por las noches se les escucha de rascar».

Los vecinos de este edificio se han dirigido en alguna ocasión al Ayuntamiento para exponer sus quejas, aunque de momento sin una respuesta convincente. «Una vez vino un técnico y nos dijo que nos iba a solucionarlo todo, aunque meses después todo sigue igual», advierte.

Para ella, igual que para el resto, «se trata de un problema de higiene y salubridad». «Tenemos niños pequeños y debemos tener mil ojos. Más de una vez me he encontrado cagadas en su habitación y han dormido conmigo por temor a que se paseen por las camas o nos contagien alguna enfermedad», añade.

No sirven las trampas

La guerra que viven a diario estas familias la narra Remedios Heredia. «Hacen boquetes en las paredes, les ponemos trampas y ya ni se las comen porque saben para lo que es, son más listos que los ratones coloraos», señala. En su caso ha ingeniado una fórmula para tratar de combatirlos: «Cuando abren un boquete mezclamos el yeso con trozos de cristal para que se corten y no sigan rascando».

El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Juan Romero, lamenta que el problema de las ratas es extrapolable a todo el barrio y que se concentran en la céntrica plaza de San Pablo, cuyo entorno es frecuentado por innumerables personas que acuden a ver a Jesús Cautivo. «Hay dos solares abandonados que son un foco de infección y que perjudican enormemente la vida del barrio». Romero sostiene que los niños se congregan en este lugar y que «muchas veces ven a las ratas pasear por las tapias, con los problemas que esto puede generar de salud y de imagen para el barrio».

Juan Romero entiende que la solución pasa únicamente por la desratización y por la limpieza. «Si no se actúa de forma inmediata, el problema se va a agravar con la llegada del calor, porque en esas parcelas también proliferan los mosquitos y bichos de todo tipo». En este sentido espera que «las autoridades comprendan la problemática real».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios