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fRANCISCO JIMÉNEZ
Jueves, 4 de julio 2013, 15:02
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El Estado amenaza con convertirse en un serio competidor para las promotoras y entidades financieras que intentan dar salida a su stock inmobiliario. Con el mercado prácticamente paralizado, el Gobierno va a colocar en el escaparate ni más ni menos que un tercio de su patrimonio (15.135 inmuebles de un total de 53.662) entre este año y 2015 con el doble objetivo de reducir gastos y, sobre todo, hacer caja para sanear sus cuentas. Todo cabe a la hora de soltar lastre, desde oficinas a garajes, pasando por locales comerciales, solares de uso residencial y, fundamentalmente, viviendas. También en Málaga, donde pretende vender 200 propiedades que podrían reportar a las arcas públicas más de 30 millones de euros, según la estimación de varias fuentes del sector consultadas por este periódico.
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