La tradición campera vuelve a Estepona por San Isidro

La tradición campera ha vuelto hoy a Estepona por San Isidro, aunque el evento clave del día, la procesión del santo, ha tenido que ser cancelado por el mal tiempo. Por la mañana el cielo ha dado una tregua y los ciudadanos han podido disfrutar de unas horas festivas entre los tradicionales chozos. La música de una panda de verdiales y de diversos grupos de baile ha amenizado los alrededores de la parroquia San José, en la que los devotos han podido visitar al santo.

La gastronomía popular se ha dejado notar en muchos rincones con la preparación de la tradicional sopa campera, un plato compuesto por kilogramos de pan, habas, guisantes, pimientos, cebollas, espárragos, ajo y litros de aceite. Los vecinos se han mostrado hospitalarios con los visitantes y la hermandad San Isidro Labrador ha repartido 500 kilogramos de limones para fomentar el consumo de este producto. También se han celebrado actividades con motivo del segundo día de la Feria Agrícola y Ganadera, como un concurso de cítricos y hortalizas que ha organizado la Cooperativa Agrícola.

Algunos de los puntos más concurridos han sido las calles Casares y Papuecas, en la que se han instalado altares con aperos de labranza y productos agrícolas en honor al santo. Las ofrendas se han donado después a fines solidarios.

Se han podido observar hombres vestidos de camperos: con pañuelos de hierba complemento que debe su nombre a que antiguamente servía para secar el sudor de los segadores y trajes compuestos por un pantalones y chalecos de rayas y camisas blanca. En el caso de algunas mujeres, han ido ataviadas como aldeanas, con zapatillas de esparto, faldas con flores, camisas blanca, corpiños negros, delantales y pañuelos, pamelas o flores en la cabeza. En definitiva, Estepona se ha esforzado en trasladar el campo a la ciudad en una jornada marcada por el espíritu rural.