Seis personas donan y reciben los riñones en un trasplante cruzado en cadena en Málaga y Barcelona

Como el matrimonio de Málaga, el de Cataluña y los hermanos de Barcelona eran incompatibles entre sí, no podía hacerse la donación directa. Sin embargo, sí existía compatibilidad entre el marido de la mujer de Málaga y uno de los dos pacientes catalanes y, asimismo, la había entre uno de los catalanes y la enferma de Málaga y entre uno de los hermanos de Barcelona y el otro paciente catalán. Ese hecho permitió que se pudiese hacer el trasplante renal cruzado en cadena.

La trasplantada malagueña, de 45 años, sufría una insuficiencia renal crónica desde hacía treinta años. En 1991 entró en tratamiento de diálisis. En dos ocasiones anteriores había recibido un riñón procedente de donantes fallecidos, pero había habido rechazo. En esta ocasión, en que el trasplante ha procedido de un donante vivo, también sufrió un proceso de rechazo, pero logró superarlo y su estado de salud es bueno. El riñón recibido funciona con normalidad, lo que ha supuesto un cambio radical en la calidad de vida de la paciente.

«Soy una veterana en esto y una luchadora. Me encuentro muy bien. Todo ha sido tan rápido que me está costando acostumbrarme. Mi marido también se encuentra muy bien. El riñón que he recibido ha sido como darme la vida de nuevo», afirmó la mujer en un vídeo que se ha proyectado esta mañana en Carlos Haya.

La consejera de Salud ha dicho que la intervención vuelve a poner a Andalucía y Málaga en la vanguardia de los trasplantes renales. Montero ha destacado la colaboración y el trabajo desarrollado por la treintena de profesionales que participó en el proceso. «El sistema sanitario público ha funcionado como un reloj», ha asegurado.

Montero ha estado acompañada en la rueda de prensa por la gerente de Carlos Haya, Carmen Cortes; el coordinador provincial de trasplantes, Miguel Ángel de Frutos; el director de la unidad clínica de gestión de Urología de Carlos Haya, Víctor Baena, y la nefróloga Dolores Burgos.