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punto de vista

Inmisericorde Bendodo

JAVIER RECIO

Miércoles, 13 de junio 2012, 10:34

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Ya lo advirtió Elías Bendodo el día anterior: «Benalmádena no puede ser una isla en la Costa del Sol». Obviamente el carácter insular lo daba el tono rojizo del color de su Ayuntamiento. El presidente del PP estaba especialmente molesto por la pérdida de la localidad costasoleña, pues los socialistas se la levantaron en plena fiesta de celebración de los populares tras barrer en las municipales. Heredia se apuntó un tanto.

Pero ahora, el PSOE tiene que volver a su retaguardia, que no es otra que el interior de la provincia. Que se visualice a Cártama como el gran bastión de los socialistas en la provincia es para que la dirección provincial se esconda y solo salga para blandir una bandera blanca de misericordia en el próximo congreso provincial, donde Heredia y sus colaboradores se la juegan con los críticos. Bendodo, que ni perdonó ni olvidó la afrenta en la isla, llegará al congreso del relevo de Javier Arenas mostrando otro nuevo trofeo para sacar pecho del dominio popular en toda la Costa del Sol. Las credenciales de uno y otro distan mucho de parecerse.

Lo cierto es que se veía venir este desenlace, aunque Carnero, el todavía alcalde socialista, pusiera la mano en el fuego por todos sus concejales de gobierno pese a saber que Benalmádena, o más bien su Ayuntamiento, se convierte tarde o temprano en un infierno para todo aquel que lo gobierna a golpe de pacto.

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