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el mirador

Griñán tira Málaga

Si bien se mira, Griñán no ha hecho más que perder desde que se hizo con el mando de Andalucía

TEODORO LEÓN GROSS

Lunes, 21 de mayo 2012, 13:23

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Parece que al fin Griñán ha recuperado la soberbia, esa peculiaridad tan característica de su carácter, que parecía haber perdido en los últimos meses. Ha vuelto a ser el que era. En sus discursos queda claro que, tras el éxito electoral, de nuevo va sobrado. Sin duda él debe pensar que es sólo un detalle secundario que su éxito electoral en realidad fuese una derrota dejándose más de medio millón de votos, ya solo con el apoyo de uno de cada cuatro electores. En definitiva lo que importa es el poder. Y tiene el poder.

De hecho Griñán también ha perdido este año, además de las elecciones, el duelo federal para elegir al líder del partido alineándose con el sector derrotado. En fin, si bien se mira, Griñán no ha hecho más que perder desde que se hizo con el mando de Andalucía. Y tal vez por eso ha estado en Málaga apoyando a Heredia como líder del socialismo local. Si se trata de perder elecciones, esa es una alianza natural:

El 25M, en las elecciones autonómicas, el PSOE perdió cien mil votos en Málaga; un retroceso de ocho puntos; en la capital hasta trece. Un gran éxito de Heredia.

En las elecciones generales del 20N, la derrota de los socialistas en Málaga se elevó hasta dieciocho puntos; un resultado fantástico. El PSOE quedó en la cota exigua del 30%, ya sin la categoría de partido de gobierno. Otro gran éxito de Heredia.

Meses antes, en las elecciones municipales, el resultado fue asombroso. En la provincia apenas superó el 25%, y en la capital ni siquiera eso, mientras el PP desbordaba cómodamente el 50%. Otro éxito memorable de Heredia.

Y después de todo esto, Griñán decide apoyar a Heredia sin fisuras. Así son las cosas. Desde que este se puso en 2008 al frente del partido, solo ha perdido elecciones. Nadie había llevado tan bajo al Partido Socialista en Málaga. Y no se trata de culpas personales, pero en la lógica democrática este equipo ya debería haber asumido su responsabilidad dimitiendo irrevocablemente. En cambio, ahí siguen atornillados al cargo; y ahora Griñán les da su apoyo total, enterrando la pluralidad del partido tal como él mismo ha hecho en Sevilla. El show debe continuar.

El patrón se repite: perdedores de elecciones, ganadores de congresos. Fuera son débiles, y dentro se hacen fuertes. Tal vez el empeño en aferrarse al cargo responda al instinto humano de supervivencia, pero ¿por qué la militancia no los saca de ahí? Descartando que los militantes actúen por interés o por un estado colectivo de enajenación, es difícil entender por qué reelegir a alguien que solo ha sumado derrotas electorales. Sin embargo eso de apoyar a perdedores con Arenas sucede lo mismo es un tic que se repite. ¿Qué demonios pasa en los partidos?

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