Asaja pide medidas para que no se tire tanta agua al mar

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Málaga ha solicitado a la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura una rebaja de la presión fiscal después de que el campo malagueño perdiera el año pasado más de 70 millones de euros por los estragos de un temporal que mantuvo en jaque a muchos productores de la provincia desde finales de diciembre.

La asociación agraria ha presentado un escrito en el que solicita una reducción de los módulos del IRPF para la próxima campaña de renta 2010 así como un incremento de los gastos de difícil justificación para los agricultores y ganaderos en estimación directa. Asaja Málaga pretende así que la Administración conceda un pequeño balón de oxígeno a un sector que vive en permanente asfixia, con costes cada vez más altos y precios en constante caída.

Además, Asaja Málaga cree que parte de estas pérdidas, tal y como denunciaron los agricultores hace un año, podrían haberse evitado si la Administración hubiese tenido los canales y cauces en un estado óptimo de limpieza. El desbordamiento del río Guadalhorce por el desembalse de la presa provocó unos daños muy cuantiosos, hasta el punto de que muchos malagueños revivieron con angustia las inundaciones de 1989.

Por estos motivos y, coincidiendo mañana con la celebración del Día Mundial del Agua, Asaja Málaga reitera una vez más la necesidad de ejecutar una política hidráulica clara que evite las inundaciones y que sea capaz de almacenar todo el agua que actualmente se está desperdiciando.

Cultivos afectados

Como se recordará, el temporal provocó cuantiosos daños en muchos cultivos. Uno de los lugares más afectados fue el Valle del Guadalhorce, donde se anegaron unas 2.000 hectáreas de cítricos. Algunos citricultores incluso tuvieron que arrancar sus plantaciones sin remedio y otros se vieron obligados a desembolsar una cantidad importante para devolver la rentabilidad a su explotación. Se perdieron más de 5 millones de euros.

En cuanto al olivar, en Málaga se perdió el 20% de la cosecha, lo que supuso 20 millones de euros, más otro millón de euros que se fue al traste por las inundaciones del cereal.

En la zona de la Axarquía, las pérdidas se elevaron a unos 5 millones de euros. El 30% del cultivo de patata de la zona se perdió, así como grandes cantidades de productos hortícolas de invernaderos por el exceso de humedad.

Ganadería

El ganado resultó otro de los sectores afectados. Si los animales resistieron bien la primera parte del temporal, el exceso de humedad, las constantes lluvias, las bajas temperaturas y, en definitiva, las inclemencias meteorológicas sin tregua, acabaron con la vida de cientos de crías en la Serranía de Ronda. El sector más perjudicado fue el ovino-caprino, con la muerte del 50% de las crías. También se lamentó la muerte de vacas nodrizas de la zona.

A todos estos daños agrícolas y ganaderos hubo que sumar el daño en infraestructuras. En Málaga, el 100% de los caminos resultaron afectados y los daños se estimaron en más de 30 millones de euros.

A la vista de estos datos, Asaja Málaga confía en que la Administración atienda sus peticiones y se consiga una rebaja de la presión fiscal para los productores malagueños.