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Moore, en una foto de 2009. :: SUR
Las primeras pruebas apuntan a un infarto como causa de la muerte de Gary Moore
música

Las primeras pruebas apuntan a un infarto como causa de la muerte de Gary Moore

El guitarrista norirlandés, de 58 años, falleció ayer en un hotel de Estepona

JUAN CANO

Lunes, 7 de febrero 2011, 23:55

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Los primeros resultados de la autopsia practicada al cadáver del guitarrista norirlandés Gary Moore apuntan a que su fallecimiento se debió a causas naturales, posiblemente un infarto, que habría desencadenado una dolencia cardíacaanterior, según explicaron fuentes del caso. No obstante las conclusiones definitivas no se obtendrán hasta que se hayan realizado los correpondientes estudios toxicológicos, señalaron las mismas fuentes.

Entre tanto, los restos del artista permanecen en el Insituto de Medicina Legal de Málaga a la espera de lo que dictamine el juzgado de Estepona que lleva el caso, y de la familia del fallecido para su traslado a su país de origen.

El guitarrista y cantante de blues-rock Gary Moore, famosísimo durante los primeros 90 gracias a baladas como 'Still Got The Blues' -tres millones de discos vendidos en pocos meses-, apareció muerto ayer en la habitación del Kempinski Hotel Bahía de Estepona, a los 58 años. El cuerpo no presentaba signos de violencia, según confirmó la subdelegación del Gobierno en Málaga.

Las mismas fuentes añadieron que no se va a abrir una investigación, salvo que de la autopsia se desprendan motivos para hacerlo, aunque insistieron en que en una primera inspección del cadáver no se apreciaron signos de violencia. El músico llegó al citado hotel el sábado al mediodía y falleció la pasada madrugada, añadieron las fuentes, que no precisaron si viajó acompañado.

Nacido Robert William Gary Moore el 4 de abril de 1952 en Belfast, Irlanda del Norte, a los 8 años comenzó con una guitarra acústica destartalada. A los 14 ya consiguió una en condiciones y la aprendió a tocar como los diestros, a pesar de ser un joven zurdo. A los 16 años se mudó a Dublín y fichó por el grupo Skid Row. En los 70 comenzó su carrera en solitario y al poco Phil Lynnot le alistó en su célebre grupo Thin Lizzy y apareció en álbumes clásicos suyos como 'Black Rose: A Rock Legend' (79).

Tras varios coqueteos con el rock duro que le convirtieron en ídolo entre el colectivo heavy, en los 90 se recolocó en la vanguardia del revival blues gracias a discos como 'Still Got The Blues' (90) y 'After Hours' (92). Con ellos cosechó un éxito transversal, muy agradecido entre el público femenino debido a sus baladas, y no del todo reconocido por la fracción purista de la afición, a pesar de colaborar Moore con tótems negros de los doce compases de la talla de Albert King, BB King o Albert Collins.

El blues, su primer amor

En activo desde 1969, su carrera se esparció por diversos formatos de rock. Militó en los grupos Colesseum II (con Dan Airey) o BBM (él más los exCream Jack Bruce y Ginger Baker), y se alquiló a otros mitos como los bajistas Greg Lake y el propio Phil Lynott. Sin embargo, a Gary Moore le tiraba la música negra y la mantuvo en sus últimos discos, por ejemplo en su canto del cisne, 'Bad For You, Baby', editado en 2008.

Entonces nos confesó: «Me considero un artista de blues. La mayor parte de las cosas que hice en el pasado y que estaban relacionadas con el rock ahora me parecen muy ajenas. Además hoy soy más viejo y mi estilo al tocar ha cambiado. Cuando era treintañero volví al blues y me alegro de haberlo hecho, porque ése es mi verdadero primer amor. Me encantan todos los guitarristas: B.B. King, Freddie King, Otis Rush, Albert King... Todos son estupendos. También adoro escuchar a Mick Taylor, Jeff Beck, Jimi Hendrix... Incluso a Django Reinhardt».

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