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Una rotura en el palio obliga al Rescate a volverse
MARTES SANTO LA CRÓNICA

Una rotura en el palio obliga al Rescate a volverse

Un fallo en la estructura de la nueva pieza frena la procesión en la entrada a Carretería y le impide completar su recorrido

ANTONIO ROCHE- ÁNGEL ESCALERA

Miércoles, 7 de abril 2010, 21:27

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La Cofradía del Rescate tuvo ayer un mal sabor de boca con el importante estreno del palio gótico de la Virgen de Gracia. Cuando el trono de la Dolorosa desfilaba por la plaza de la Merced los portadores ya notaron que algo raro pasaba. Y lo que sucedía era que el palio se movía de un lado hacia otro de forma muy acentuada, sin que ellos marcaran ese vaivén con su paso. Ya en calle Álamos, el cimbreo de las barras de palio provocó la rotura de cuatro tulipas de los arbotantes. Se entendió que era un accidente y algunos hermanos se acercaron a la casa hermandad para sustituirlas. Pero no dio tiempo, metros más adelante, se dieron cuenta que era imposible continuar de esa manera y dejaron el trono pegado en la confluencia de calle Dos Aceras con Carretería y Álamos. La causa de este hecho fue la rotura de las pletinas que unen las barras de palio con el techo.

El trono del Cristo continuó su itinerario por Carretería y cuando fue informado del percance recibió orden de detenerse y pegarse a la antigua muralla árabe de la calle donde hay más anchura. De esta forma, el Rescate facilitaba el paso de la Cofradía de la Sentencia que iba inmediatamente detrás. Esta hermandad pasó por delante de los dos tronos y sus hermanos mayores, Rafael Recio (Rescate) y Eduardo Pastor (Sentencia) se abrazaron emocionados.

Hubo un momento de gran emoción cuando los hombres de trono del varal H de la Virgen del Rosario se salieron y dejaron sus puestos a los portadores de la Virgen de Gracia, al tiempo que daban vivas a la Dolorosa de la calle Agua. Dieron así un tirón. En estos momentos de dificultad hubo más hermanamiento entre estas dos cofradías.

Hay que remontarse a décadas atrás para encontrar una situación parecida a la que vivió ayer el Rescate.

Conocido el suceso, inmediatamente acudieron al lugar de los hechos el alcalde, Francisco de la Torre, acompañado de varios concejales, que puso a disposición de la cofradía los Servicios Operativos. Una mini grúa llegó hasta el lugar y el orfebre que ha plateado las barras de palio y lo ha fijado, Cristóbal Martos, se subió y comprobó la rotura de las pletinas. (Ver video de la rotura del trono)

Los nazarenos de la sección de la Virgen quedaron formados a la altura del edificio de aparcamientos Macesa con el fin de despejar la calzada para que pudiera pasar Sentencia.

A las 22.25 horas, el hermano mayor del Rescate, Rafael Recio, que supo muy bien templar los nervios del momento, dio orden para que el Cristo se diese la vuelta para regresar toda la procesión a su casa hermandad. La Virgen fue bajada y llevada hasta su casa hermandad en sus andas de traslado. En el momento en que se incorporó a la procesión, sobre las 23.50 horas, el público prorrumpió en aplausos. Tras ello, fue el trono que sufrió el percance, cuyas barras de palio fueron sujetas con unas cuerdas.

En la zona se congregó numeroso público y, sobre todo, hermanos mayores de otras cofradías para darles ánimos a los cofrades del Rescate y prestos a colaborar en lo que hiciera falta. La Sangre, situada a muy pocos metros, se puso a disposición del Rescate para lo que necesitara.

Ese fue el triste e inesperado final de una tarde que comenzó con muchas esperanzas para los hermanos del Rescate que salían a la calle con la ilusión del estreno de un palio gótico amoldado a su trono, del mismo estilo.

«Nos ha dado personalidad propia», decía poco antes de la salida Rafael Recio, que era muy felicitado por esta gran obra del bordado realizada por el artista malagueño Joaquín Salcedo. «Esto es para que esté en el Vaticano», comentaba un admirador del palio.

Gente a reventar

Eso ocurrió en un concurridísimo Martes Santo, que madrugó más que nunca, ya que la Cofradía del Rocío fue la primera en abrir la jornada a las tres y media de la tarde. Le siguieron Penas, Nueva Esperanza, Humillación, Rescate y Sentencia. El buen tiempo y la temprana presencia de La Novia de Málaga en sus calles originaron que desde primera hora de la tarde estuviera la ciudad a reventar de gente.

La Hermandad de las Penas volvió a hacer gala de su sello de procesionar. Fue fiel a sus principios estéticos como, por ejemplo, llevar el guión al hombro en vez de presentado como es tradicional en Málaga. Ello no fue óbice para que la cofradía realizase un buen desfile procesional.

Por segundo año, la procesión se puso en marcha desde su oratorio, en el entorno de Pozos Dulces. Llamó la atención el cambio en el exorno floral del trono del Cristo de la Agonía. Además, a los pies del Cristo se situó una calavera, simbolizando el triunfo de Cristo sobre la muerte, el calvario donde crucificaron a Jesús, conocido como monte de la Calavera y que en ese lugar se supone que está enterrado Adán. Asimismo, se colocaron en el monte de corcho unos dados, en recuerdo de los que se utilizaron para jugarse la túnica de Jesús, y las estacas y el mazo empleados para clavar en el suelo la cruz de Cristo. Esta forma de adornar el trono parecía sacado de un cuadro de Valdés Leal.

Como cada año, el manto de flores de la Virgen de las Penas fue el centro de todas las miradas y la mayor seña de identidad en la calle.

El contrapunto al 'estilo Penas' lo puso la Cofradía de la Humillación, con su acentuada personalidad malagueña. En la sección de la Virgen de la Estrella fue el delegado de Defensa, Miguel Ángel Gálvez Toro, acompañado de jefes y oficiales de 26 unidades militares.

El trono del Cristo fue sacado de la casa hermandad a golpes de martillo por el concejal de Seguridad, Antonio Cordero -después lo haría el pintor del cartel oficial de la Semana Santa 2010 José Rando Soto-. Los pulsos no faltaron en su recorrido: en la Alameda, calle Larios, Tribuna de los Pobres y en el encierro. El regreso lo hizo por la pérgola del Guadalmedina.

Variadas flores

El trono del Señor de la Sentencia se puso en marcha desde su casa hermandad con los toques de campana del pintor Jaime Díaz Rittwagen, autor este año del cartel de la cofradía. Eduardo Pastor ejerció de mayordomo del trono de la Virgen del Rosario para cuya confección del exorno floral se utilizaron trece tipos distintos de flores.

Esta cofradía cerró el Martes Santo tras pasar el Rocío a la primera del día. La Sentencia y la Virgen del Rosario se cruzaron en la Alameda. Los tronos se saludaron y se levantaron a pulso. En el frontal del trono de la Virgen se situaron tres figuritas restauradas por Jesús Castellanos.

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