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Los accesos a Málaga se han quedado pequeños.
El atasco nuestro de cada día
MÁLAGA

El atasco nuestro de cada día

Zonas como Guadalmar, los polígonos, la entrada a Málaga, la salida hacia Arroyo de la Miel o San Pedro figuran en la lista de puntos negros. Miles de vehículos sufren retenciones crónicas cuya solución, aunque en marcha, sigue sin llegar

ALMUDENA NOGUÉS anogues@diariosur.es

Lunes, 18 de enero 2010, 10:21

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Las carreteras de la provincia adolecen de una enfermedad crónica: los atascos. El diagnóstico no es nuevo. De hecho, la noticia no radica en que existan tales puntos negros de circulación sino en que, después de tantos años (época en la que la población de Málaga, además, ha dado un fuerte estirón) miles de conductores continúen quedándose atrapados a diario en auténticas ratoneras de asfalto cuya solución, aunque en muchos casos ya está en marcha, sigue sin llegar.

Los tramos conflictivos se extienden por todo el territorio, de este a oeste, como ha podido comprobar este periódico. La crisis (que ha desplomado el empleo y a su vez la posibilidad de gastar en combustible) ha hecho mella en el volumen de coches que circulan por las vías de la provincia. Sólo en los accesos a la capital, por ejemplo, los datos que maneja el Centro de Gestión de Tráfico (CGT) hablan de un descenso de 17.000 vehículos menos al día (un 9,9%). Sin embargo, este balón de oxígeno no ha resuelto el problema. Basta con que sea hora punta, llueva más de la cuenta, haya un pequeño accidente o tenga lugar una operación especial para que surja el caos.

Y sino que se lo pregunten a los sufridos conductores que se ven obligados a cruzar con frecuencia alguna de las arterias de entrada a Málaga, ya sea la A-7 (especialmente crítica a su paso por Guadalmar), la A-45 (Las Pedrizas) o la A-357 (la denominada Autovía del Guadalhorce que conduce al Parque Tecnológico). Sólo las dos primeras registran la friolera de 49 horas de atascos a lo largo del año, según la estadística del CGT.

A tenor del informe facilitado por el CGT, las tardes de los fines de semana de la temporada estival (de junio a septiembre) son las horas más críticas coincidiendo con el regreso de las playas, de 18.00 a 22.00. La segunda franja horaria con menor fluidez es la comprendida entre las 7.00 y las 11.00, de lunes a viernes.

También en ciudad

La estampa se repite, como el pan nuestro de cada día, en decenas de puntos, tanto de la red nacional como urbana. En lo que a Málaga respecta, entre semana cuesta especialmente circular por el entorno de los polígonos industriales, la Universidad, y las rondas Oeste (en el túnel de Carlos Haya) y Este (a la altura de Cerrado de Calderón). Esta última vía, además, tiene actualmente el agravante de las obras de ampliación del tercer carril, iniciativa que ya ha superado el ecuador y que debe culminar este próximo otoño.

También por esas fechas se espera la puesta en funcionamiento de la segunda ronda, una pieza clave para aliviar la saturada A-7; un traje que pese a las mejoras proporcionadas por el nuevo enlace de La Virreina, sigue con las costuras al límite. La infraestructura, que tenía que estar lista en diciembre, entrará en servicio previsiblemente en el segundo semestre de este año. Tendrá unos 21,3 kilómetros y discurrirá desde dicho enlace de la Virreina hasta el Palacio de Congresos de Torremolinos.

La A-45, por su parte, se verá descargada por la esperada autopista de Las Pedrizas, por la que se prevé que circulen entre 17.000 y 23.000 vehículos diarios . Tras meses congelada por falta de financiación, el dinero ha vuelto a fluir y Sacyr, la principal concesionaria de la autopista, de la AP-46, retomó los trabajos el pasado lunes 11 de enero gracias a fondos propios y a un préstamo. Conectará el Alto de Las Pedrizas con la segunda ronda a la altura de Puerto de la Torre a través de un tramo de 24,5 kilómetros y discurrirá por los términos municipales de Antequera, Casabermeja, Almogía y Málaga. La terminación de los trabajos, hoy al 30%, está fijada para finales de 2011.

Costa occidental

Todas estas actuaciones ayudarán a frenar los endémicos atascos de la capital, ¿pero y en el resto de la provincia? El mapa de retenciones se prolonga nada más tomar rumbo a la costa occidental. El primer punto conflictivo aparece al tomar la salida de la A-7 a la altura del Palacio de Congresos de Torremolinos, donde el tráfico se complica al mediodía. A primera hora de la mañana también son habituales las retenciones en la antigua circunvalación de esta localidad. Aunque para complicaciones, las que se generan en la salida de la A-7 de Arroyo de la Miel, uno de los peores tramos de la provincia. Hasta tres veces al día (por la mañana, al mediodía y por la tarde) miles de conductores quedan atrapados en un cuello de botella que lleva años esperando una solución del Ministerio de Fomento. Mientras tanto, el colapso llega a superar el kilómetro sentido Cádiz, lo que se traduce en una larga hilera de vehículos inutilizando el carril derecho de la calzada.

Fuengirola y Mijas Costa tampoco se libran de los atascos. Un calvario que cada día deben sufrir los conductores que toman la salida de la autovía hacia el centro de Fuengirola sentido Cádiz y su enlace con la carretera que sube a Mijas Pueblo. Apenas unos kilómetros más adelante, la situación se repite en Las Lagunas (Mijas Costa), en el entorno del Camino de Coín, donde se encuentran los polígonos industriales. Y suma y sigue. En Marbella, los conductores deben echar paciencia si toman la autovía A-7 a su paso por San Pedro Alcántara. Este tramo, uno de los puntos negros de tráfico históricos, está metido de lleno en las obras para soterrar el tronco de la carretera y eliminar los tres cruces semafóricos que llevan años generando atascos.

Guadalhorce

El interior no corre mejor suerte. En la comarca del Guadalhorce, los puntos más conflictivos se encuentran en sus municipios más poblados: Coín, Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande. Las dificultades se dan sobre todo en horas punta en las vías de entrada y salida a sus cascos urbanos. Uno de los peores ejemplos se encuentra en la A-355, dirección Coín. Las quejas de los conductores se repiten desde hace lustros, ya que en determinados días las colas de coches pueden superar los tres kilómetros de tráfico lento. El motivo es que la citada carretera, además de ser la principal ruta de comunicación de Coín con la autovía del Guadalhorce y Málaga, obliga prácticamente a cruzar el centro urbano a los vehículos que se dirigen o vienen de los pueblos de la Sierra de las Nieves como Guaro, Tolox y Alozaina. Para evitarlo, tanto el Ayuntamiento como la Junta vienen anunciando desde hace años proyectos que siguen sin ver la luz.

En Alhaurín de la Torre, las principales retenciones se dan en la A-366 (vía que comunica la población con Málaga y la Costa del Sol a través de Churriana) debido a la gran cantidad de vecinos que trabajan en la capital o en la costa. Es de esperar que el problema se solucione una vez entre en servicio la segunda ronda de circunvalación y, más a largo plazo, el llamado vial distribuidor (que conectará con el aeropuerto y el PTA).

En Ronda, los puntos calientes del asfalto vuelven a situarse en el polígono industrial y en la entrada a la ciudad, si bien dicho acceso también afronta estos días obras de mejora para alivio de los conductores.

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