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Los relojes protagonizan el lienzo '5-12-2004'. :: ÁLVARO CABRERA
Fausto Cuevas rompe su silencio expositivo
CULTURA

Fausto Cuevas rompe su silencio expositivo

El pintor malagueño presenta su obra reciente en el Centro Cultural Provincial 15 años después de su última exhibición

A. J. LÓPEZ

Jueves, 14 de enero 2010, 02:43

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La obra de Fausto Cuevas resulta al mismo tiempo críptica y transparente. De un lado, ofrece en cada uno de sus cuadros un notable componente autobiográfico, pinta incluso calendarios que resumen su trayectoria vital. Y sin embargo, esas mismas creaciones aparecen tamizadas por un componente simbólico, alegórico, que las deja abiertas (o cerradas) a la interpretación de cada espectador que se enfrente a ellas.

Unas composiciones que no han salido de su estudio en los últimos 15 años. «Pinto todos los días, pero no expongo desde hace mucho tiempo», concedía ayer Cuevas (Málaga, 1963) en las salas del Centro Cultural Provincial, el espacio dependiente de la Diputación en el que debutó allá por 1987 y al que ahora ha regresado con la exhibición 'El Pris'.

El título obedece al nombre de la localidad tinerfeña a la que Cuevas se trasladó en 2004. Y en esa fecha comienza también el recorrido cronológico que plantea la muestra. «Se trata de un repaso por los acontecimientos que he vivido en este tiempo, pero también por los temas más importantes de mi trabajo», argumentaba el artista malagueño.

El peso del simbolismo

Asuntos como el paso del tiempo representado en los relojes, el contraste entre el interior y el exterior que traen sus balcones o la alegoría sobre el trabajador anónimo que dejan sus hombres encorbatados. «Se trata de personajes y lugares simbólicos, aunque se presenten bajo un aspecto figurativo», apostillaba el autor.

En lo estético, Cuevas repasa sus principales influencias: «Empezarían, cronológicamente, con El Greco, que para mí es el primer expresionista. De ahí pasan por Van Gogh, Klee, Munch, Wols y llegan hasta Miquel Barceló». Así se entiende mejor su trazo cargado de pintura, su puntillismo en algunos lienzos, su mezcla de figuración y abstracción (limitada a los calendarios), sus cuadros tan claros y, a la vez, tan misteriosos.

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