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El uso de la tarjeta aumenta con las compras navideñas. :: J-LANZA
Un aliado de plástico contra la falta de liquidez
Marbella

Un aliado de plástico contra la falta de liquidez

Expertos alertan del peligro que supone pagar a plazos por el alto interés que cobran las entidades bancarias El uso de tarjetas de crédito se dispara un 21% en la Costa

M. J. CRUZADO

Martes, 29 de diciembre 2009, 03:16

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Las tarjetas de crédito viven su época dorada. Sólo hay que echar un vistazo a cualquier cartera o monedero para encontrar una o varias de ellas. La falta de liquidez de muchos consumidores han hecho de estos soportes magnéticos una tabla de salvación en periodo de crisis, especialmente, en navidades tiempo de compras excesivas y caros festejos. Un estudio del Instituto Andaluz de Estudios Financieros (IAEF) alerta del aumento del uso de las tarjetas de crédito en un 21,5% en la Costa, una cifra superior a la media de la provincia que se mantiene dos puntos por debajo.

Esta herramienta puede convertirse en un arma de doble filo. La dependencia de la tarjeta como medio para olvidar los sinsabores de la cuenta corriente es, para muchos, la mejor terapia para afrontar la futura cuesta de enero sin estrés ni preocupaciones. Sin embargo, con su uso descontrolado los problemas de liquidez no sólo se mantienen, sino que se agravan. Como advierte Ángel Yagüe, coordinador del IAEF en Málaga «al igual que en el cuento navideño de Dickens esta Navidad podemos ser víctimas de un fantasma, el del excesivo endeudamiento».

En los últimos meses, las tarjetas de pago aplazado han desplazado a la tradicional de pago único que generalmente no conlleva intereses. Estas últimas, sin embargo, traen consigo un interés en torno a un 24% anual -mucho más que un crédito bancario que ronda el 12%- lo que está poniendo a muchas familias contra las cuerdas.

Las nuevas tarjetas permiten pagar mensualmente un porcentaje sobre el dinero que se utiliza o bien una cantidad fija y normalmente la parte que el cliente va devolviendo se suma nuevamente al importe no dispuesto de su límite. Sus encantos se vuelven perversos al ver el tipo de interés. Es pan para hoy y hambre para mañana.

Antonio Caracuel, responsables de la delegación en Marbella del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, aconseja leer bien la letra pequeña para no caer en la trampa. «El cambio en los hábitos de pago por parte de los consumidores conlleva graves consecuencias en un futuro próximo, como la imposibilidad de afrontar los intereses y tasas que fijan las entidades financieras y el consiguiente embargo. Las tarjetas de crédito se utilizan para gastos corrientes y sólo deberían utilizarse para casos de emergencia».

A partir de enero, la situación se agrava. La Ley de Servicios de Pago incluye como novedad la posibilidad de cobrar un recargo a los usuarios que paguen con tarjeta de crédito. La nueva normativa establece que los comercios puedan cobrar a los clientes la comisión que les exigen las entidades bancarias, entre un 0,9 y un 1%.

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