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José Luís Rodríguez Zapatero, durante la presentación del Informe Económico Anual en el Palacio de La Moncloa. :: REUTERS
Zapatero saca pecho ante la patronal
Economia

Zapatero saca pecho ante la patronal

Asegura durante la presentación de su informe económico anual que la vuelta al crecimiento en España es «inminente» El presidente recuerda que el Estado ha salvado a muchas empresas en esta crisis

CÉSAR CALVAR

Viernes, 11 de diciembre 2009, 03:21

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El Estado ha rescatado a las empresas de la peor crisis. Así de categórico sonó el mensaje que José Luis Rodríguez Zapatero dirigió a la patronal en la presentación de su Informe Económico anual. Ante un selecto grupo de directivos encabezado por el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, el presidente del Gobierno recalcó que ha sido la acción decidida del Gobierno y no el sector privado la que ha salvado la actividad y, por tanto, sus negocios. De cara a la próxima etapa de crecimiento, «inminente» según sus previsiones, defendió actuaciones coordinadas de los poderes públicos y las empresas para reformar el sistema y crear empleo.

Rodríguez Zapatero aprovechó la presencia en La Moncloa de insignes representantes del empresariado -entre ellos Antonio Brufau, Florentino Pérez y José Manuel Entrecanales, dirigentes de la petrolera Repsol y de los grupos constructores y de servicios ACS y Acciona- para evaluar el resultado de sus estímulos contra la recesión. Sin el Plan E, a su juicio el mayor programa anticíclico aplicado en España, «el desempleo habría crecido dos puntos adicionales y se habría destruido un número muy importante de empresas, un tejido productivo que habría costado mucho tiempo regenerar».

El jefe del Ejecutivo intervino así en el debate sobre la conveniencia de que el Estado mantenga su intervencionismo o fíe el funcionamiento del sistema a los mercados y empresas. Insistió, en ese sentido, en que en los momentos de mayor incertidumbre, con el sector financiero en riesgo de colapso, la construcción bajo mínimos y el consumo y la confianza por los suelos, «el sector privado no habría hecho un esfuerzo mínimamente comparable» al realizado por el Gobierno «con ninguna medida de estímulo indirecto imaginable».

Reactivación

De todo lo sucedido y de la respuesta dada, el presidente extrajo la siguiente lección: «Era y sigue siendo imprescindible el papel del Estado para sostener la actividad y estimular su reactivación». «Sin una respuesta coordinada de los poderes públicos en el marco internacional no hubiera sido posible estabilizar los mercados financieros y detener la caída libre de la actividad». En el caso concreto de España, resaltó los miles de millones de euros movilizados a través del ICO para ayudar a las empresas y la flexibilidad en la concesión de aplazamientos tributarios, que ha beneficiado a 170.000 sociedades.

De cara al futuro, Zapatero pidió a los empresarios concentrar los esfuerzos para «acelerar la modernización de la economía» y acercarla cuanto antes al nivel que permita crear empleo. La vuelta al crecimiento del PIB, que calificó de «inminente», en línea con las previsiones de los organismos internacionales, debe ir acompañada de mayor competitividad e innovación y de una apuesta por los sectores que considera de futuro: biotecnología, energías renovables, nuevos servicios socio-sanitarios, lucha contra el cambio climático y los servicios a empresas, todos incluidos en la ley de Economía Sostenible, que pretende sentar las bases del nuevo modelo.

En el tránsito hacia la próxima etapa de empuje, el presidente se comprometió a promover reformas laborales en el marco del diálogo social y del sistema de pensiones. En el mercado de trabajo, explicó que el objetivo es «fortalecer a las empresas sin debilitar a los trabajadores». Una propuesta en la que no encajan las demandas de la patronal de abaratar el despido, lo que sugiere que la reforma será limitada. El Gobierno quiere sellar un primer acuerdo con los interlocutores sociales en el primer trimestre de 2010. Respecto de las pensiones, remitirá sus planteamientos a los grupos parlamentarios en enero.

El presidente intentó convencer a los directivos de que la situación requiere sacrificio, pero sin medidas traumáticas. Señaló que la mejor forma de afrontar y de superar una crisis como la actual «no es corriendo el riesgo de fracturar la sociedad, sino preservando y hasta incrementando su cohesión».

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