Una joya de fiesta
El hotel Molina Lario acogió el pasado viernes la puesta de largo de la firma malagueña de complementos Palosandro
BEATRIZ HERRERA
Martes, 1 de diciembre 2009, 03:54
Por desgracia para muchos de los presentes no estaba Brad Pitt, tampoco Sienna Miller o Elle Macpherson, que al parecer ya han sucumbido a ... los eclécticos diseños de Palosandro. Los malagueños Alex Moreno y Blanca Beneitez presentaron el pasado viernes su nueva colección de joyas para el otoño-invierno 2009/ 2010 en el hotel Molina Lario, que incluye rarezas como anillos y brazaletes fabricados artesanalmente con marfil de mamut fosilizado, piel de serpiente o maderas tropicales. El bar del Café de Bolsa recibió a unos 300 invitados y buena parte de ellos optó por pasar la velada en el seductor patio del establecimiento para calmar sus ansias de nicotina.
La fiesta de Palosandro se prolongó durante más de cinco horas, tiempo en el que los asistentes tomaron una copa junto a las vitrinas donde se exhibían las joyas y, como la oportunidad no suele llamar dos veces a la misma puerta, algunos aprovecharon para llevarse a casa uno de estos exóticos tesoros (previo pago de su importe, se entiende). La banda sonora del evento corrió a cargo de Carlos Canal y Gonzalo de Castro, que animaron la velada a ritmo de jazz, soul, funky y sonidos electrónicos.
Alex Moreno y Blanca Beneitez no sólo mostraron el viernes su segunda colección de complementos, sino que además presentaron oficialmente la marca en la ciudad. A la puesta de largo de Palosandro acudieron entre otros el artista malagueño Diego Santos, el hematólogo y fotógrafo Carlos Canal, la restauradora María Arroyo, la distribuidora de Palosandro en la zona de Levante Maica Cagiao, el diseñador gráfico Alex García de Monday New Media, y compañeros del gremio como el joyero Pepe Lara y su esposa Paqui Galdeano, o Rafael J. Cassini y Laura Castillo de la distribuidora R. Cassini.
También asistieron a la fiesta representantes de otros sectores como Frederic Cloempoel del restaurante El Clandestino, Hichame Amexian de la trattoria Il Laboratorio, Catherine Coumanne de la tienda de moda urbana Adicto y Curro Conde del colectivo Plaza Activa. Y como en toda celebración que se precie, no faltaron los familiares, amigos y conocidos, que entre saludos efusivos, risas y anécdotas vieron correr las horas al calor de modernas estufas exteriores distribuidas por el patio del hotel.
Desde hace varios años, las singulares piezas de Palosandro viajan desde su taller en Pedregalejo a joyerías, galerías y tiendas multimarca de los cinco continentes. Málaga, Barcelona, Cádiz, Madrid, Guipuzcoa, Londres, San Francisco, San Diego, Shanghai, Sidney o Ciudad del Cabo, entre otros destinos, ya conocen el encanto y las peculiaridades de sus diseños. Un periplo que sin duda no terminará en estas ciudades. ¡Bon voyage!
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