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Jim Carrey está irreconocible.
El hombre, como el oso
VIVIR

El hombre, como el oso

Miembros de la realeza, políticos, actores y deportistas de élite han dejado de afeitarse siguiendo una tendencia cada vez más en boga

SERGIO EGUÍA

Martes, 27 de octubre 2009, 14:27

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«La barba está de moda». Un día lo escucha por la calle y suena a la misma excusa de siempre, esa que usan los más perezosos contra las quejas de su pareja. Pero, de pronto, la televisión comienza a mostrar un buen ramillete de personajes famosos que lucen orgullosos sus peludos rostros. «¡Bien!», piensa para sí. Se acabó el afeitarse cada mañana. Hasta 'El Bigotes' se ha rendido a la sombra de barba que se logra después de una semana sin afeitarse.

Internet no tarda en aportar más argumentos a ese plan perfecto para decir adiós al obligado baño facial de espuma matutino. Actores, deportistas, políticos... cada vez son más los ejemplos que sirven de apoyo para regodearse en el dicho de que el hombre, como el oso...

Alguna que otra encuesta querrá desanimarle con el anuncio de que la mayoría de los españoles prefiere rasurarse, pero el estudio siempre resulta estar financiado por un fabricante de maquinillas. Finalmente, una ojeada a los modelos masculinos de la Semana de la Moda de Milán se convierte en la prueba definitiva en que basar una defensa que ya nadie podrá desmontar. Armani, Viviane Westwood, Versace, Dolce & Gabbana... todos ellos han incluido a esculturales hombres barbados en el desfile de sus colecciones de Primavera-Verano 2010.

Cambios pausados

«La barba se ha puesto de moda», confirma Mercé Miguel Millán, asesora de imagen, estilista y 'personal shopper'. ¿Cuánto durará? «Es difícil de saber. Otro verano, otro año, cinco más... Los hombres están menos acostumbrados a variar de aspecto y sus cambios suelen ser más pausados y a largo plazo», opina la directora de CONJUNTObcn, una consultoría dedicada a sacar el máximo partido al físico de sus clientes.

Todo el que se resignó a recuperar la cuchilla después de descubrir al Rey, nuevamente sin barba, en el desfile de la Castellana el pasado 12 de octubre puede devolverla al neceser. En los próximos meses veremos mentones yermos y poblados, pero no por ello cambiará la tendencia. No corra a poner a remojo su barbilla por más que Raúl González, el capitán del Real Madrid, que sorprendió en verano con una lámina de vello sobre sus mejillas, la haya hecho desaparecer durante las primeras jornadas de Liga.

De padres e hijos

Iker Casillas, otro de los nuevos barbudos del fútbol, se siente muy seguro con su nuevo 'look' y lo mantiene. Según ha confesado, es un homenaje a su padre, con el que guarda un gran parecido físico cuando no se afeita. La 'Casa Blanca' no deja de ser un gran escaparate y ver a dos de sus jugadores luciendo perilla es tanto como confirmar la tendencia, cosas de la galaxia balompédica. El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, lleva una buena campaña sin afeitarse, aunque no parece que nadie repare demasiado en ello.

Siguiendo con ejemplos familiares, el príncipe Felipe se olvidó de la 'gillette' al mismo tiempo que don Juan Carlos, pero él aún no la ha vuelto a empuñar. «Ese ha sido el detonante de que la gente comenzara a hablar de barbas en España», apunta el especialista en afeitado y peluquería masculina Jordi Pérez. «Pero realmente hace más o menos un año que los barberos han notado mas interés entre sus clientes por peinarse las mejillas». El colaborador de Miguel Millán ve acertado el momento en el que el Rey modernizó su imagen. «El verano es el mejor momento, porque en vacaciones solemos recurrir a una imagen mas relajada y casual y lo del afeitado diario puede aplazarse».

La empresaria catalana coincide con él, pero aplaude el apurado que vuelve a mostrar el jefe del Estado. «Está mucho mejor sin barba. Le daba un aspecto un tanto desaliñado. Su color no es uniforme, tiene manchas blancas, y parecía más mayor».

En cuanto al Príncipe, que ha seguido los pasos de Felipe de Bélgica y Guillermo de Inglaterra, que estuvo sin visitar al barbero desde Navidad a Año Nuevo, «le da un toque diferente. Y teniendo en cuenta que su estilo es muy clásico, en un hombre de pocas estridencias en cuanto a colores y tejidos, estampados, la barba le confiere un toque original y atractivo».

Más reservada se muestra Antonia Gambau, directora de Mejoratuimagen.com. «Personalmente creo que es una decisión personal. Si la lleva arreglada no le veo el problema, ya se trate del Rey o del Príncipe», apunta esta asesora de imagen que ha trabajado con numerosos políticos.

Ella no es partidaria de considerar la barba como una tendencia. «Actualmente ya no es una moda. A veces es una necesidad, puede ser también una filosofía de vida. En cualquier caso, para los asesores de imagen personal es un complemento con el que podemos jugar para modificar una imagen». Apunta que es importante realizar un estudio personalizado sobre la impresión que causará en el público un cambio así de imagen; y se lanza a dar un nombre que le gustaría ver con barba: «José Luis Rodríguez Zapatero. Por probar...».

Si Beckham la luce...

El rumor de que la barba es 'in' se volvió clamor en el momento en que David Beckham comenzó a lucirla. Más bien barbilampiño él, más parece que se haya lavado mal la cara, pero ante su innegable presencia la crítica ha terminado por derretirse.

Lo gracioso es que al primer deportista de alto nivel que apostó por la barba, Pau Gasol, la verdad es que le queda muy mal. «El pelo a esa medida le favorece, lo tiene ondulado y bonito, pero la barba... ¡Fuera! Es probable que se la haya dejado para verse más mayor y masculino, pero le recomendaría que se la quitase», opina Miguel Millán.

El único español que ha logrado un anillo de campeón de la NBA también fue el primero en conseguir que casi toda una ciudad cambiara sus hábitos de aseo personal siguiendo su ejemplo. Durante una temporada, los seguidores de los Memphis Grizzlies que no podían dejarse barba no dudaron en utilizar un postizo, que lucían en cada partido en honor de su ídolo.

Sin embargo, tampoco fue el de Sant Boi el que desató la barbamanía que ahora -cosas del parentesco- mantiene su hermano Marc en el mismo campo. En 2007, los diarios económicos ya se hacían eco de lo habitual que comenzaba a ser ver a altos cargos de los organismos financieros internacionales luciendo perilla. Rodrigo Rato causó sensación, casi tanta como cuando Joaquín Almunia se afeitó después de años de militancia barbar. La izquierda y la derecha se confunde en el minuto globalizado.

Claro que nada está realmente de moda hasta que Hollywood lo bendice. Brad Pitt aparecía en el reciente Festival de Cine de San Sebastián con una llamativa barba chivo. ¿Exigencias del guión? No lo parece, en la película que venía a promocionar, 'Malditos bastardos', lleva bigote.

Además, la lista de actores que se han apuntado a la moda es muy amplia. Jim Carrey ha sido el último, pero George Clooney, Keanu Reeves, Joaquin Pheonix, Antonio Banderas, Javier Bardem o el cantante Justin Timberlake no dudan en dejarse ver en público sin afeitar. Durante una época también el piloto español de Fórmula 1, Fernando Alonso, se apuntó al club de los barbados.

Menos maquinas vendidas

De hecho, según datos de la analista de mercado NDP, la venta de maquinillas eléctricas y desechables en Estados Unidos ha caído un 12% en el último año. Más o menos la misma variación, en sentido contrario, que han experimentado los artículos para el cuidado de la barba.

Y es que no hablamos de dejarse una pequeña perilla o una mosca debajo del labio. Las barbas que están de moda son las de verdad, tupidas y por casi todo el rostro. «Con 10 o 15 días sin afeitarse ya puedes tener una de estas barbas», señala Mercé Miguel. «La perilla, en cambio, está pasada de moda», alerta.

Pero, ¿por qué? Paul Roof, profesor de Sociología en la Universidad de Charleston (Carolina del Sur) es uno de los pocos que se ha aventurado a dar una explicación. «Algunos lo verán como una moda, otros como una forma de expresión personal, pero en el fondo yo opino que se debe a una reivindicación de la masculinidad. La barba es un ataque directo a la metrosexualidad y la femenización del hombre», sentencia.

Lamentablemente, la realidad no respeta las soluciones espontáneas. Una barba cuidada requiere más tiempo y dedicación que los cinco minutos diarios que pasamos frente al espejo cada mañana. Lo que hace de un sotabarba algo bastante parecido a las prácticas metrosexuales. «Normalmente la barba envejece, aunque a muchos hombres les hace más atractivos y distinguidos, por ello siempre hay que llevarla arreglada y debe ser adecuada a las proporciones del rostro», recomienda Gambau.

Igualmente, utilizar como ejemplo de la antimetrosexualidad a David Beckham no parece un argumento demasiado definitivo. Mantener una barba como la suya, la de George Clooney o la de Sean Connery -lleva décadas con ella- supone contar con una maquinilla profesional, a ser posible eléctrica pero sin cable, un peine de dientes anchos para la barba y otro de dientes estrechos para el bigote, ya que se debe ir peinando según se recorta.

También es recomendable un espejo de aumento para definir bien el contorno. No olvide lavarla con un jabón adecuado y mantener siempre el largo más adecuado a su fisionomía. A los hombres con la cara y facciones muy redondas, les puede ayudar a estilizar. En definitiva, si es usted de los perezosillos que busca escaquearse del acto mañanero, píenselo bien.

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