Borrar
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, conversa con el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, durante un pleno. / EFE
El Gobierno y el PNV retornan a una etapa de entendimientos y pactos
ESPAÑA

El Gobierno y el PNV retornan a una etapa de entendimientos y pactos

Los nacionalistas apuestan por que los acuerdos «vayan más allá» de los Presupuestos y el Ejecutivo dice que cuenta con ellos

ALFONSO TORICES A. T.

Jueves, 22 de octubre 2009, 04:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Gobierno y PNV aprovecharon ayer su alianza para sacar adelante los Presupuestos de 2010 y proclamar en el Congreso la recuperación de las buenas relaciones entre ambos, anunciando la apertura de una nueva etapa política de entendimiento en la que auguran más pactos en otras materias.

El discurso pronunciado en el pleno por Pedro Aspiazu, portavoz ayer de los nacionalistas, constató que la exitosa negociación de las cuentas públicas no se agota en sí misma sino que ha sido el punto de inflexión para «restablecer la confianza» entre el PNV y el Gobierno y para pensar que «el acuerdo va más allá» de los Presupuestos.

Esta antigua sintonía, que siempre colocó al grupo vasco como uno de los socios preferentes del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, quedó truncada la primavera pasada por desacuerdos con una política económica «caótica» y, sobre todo, por el traumático desalojo nacionalista del Gobierno vasco a manos de la alianza PSE-PP, que colocó a Patxi López en Ajuria Enea.

El resultado de la ruptura fue medio año de oposición sin concesiones por parte del PNV que, aprovechada por el PP y otras formaciones, colocó al Ejecutivo en su mayor momento de debilidad y le acarreó también las primeras derrotas parlamentarias en toda la legislatura.

Ataque sorpresa

La etapa parece haber tocado a su fin con la negociación presupuestaria y el PP también se ha dado cuenta. Mariano Rajoy sorprendió el martes con un duro ataque al PNV, que llenó todo el arranque de su intervención en el pleno, en la que corresponsabilizó a los nacionalistas del desastre al que cree que se encamina el país. Aspiazu lo expresó ayer de forma muy gráfica cuando concluyó que el repentino enfado de los populares se debe a que «nos quieren a su lado, en la trinchera», lugar en el que ya no están.

El portavoz nacionalista expresó varias veces el deseo de su grupo de recuperar la senda de los acuerdos con el Gobierno y explicó que, como en el caso de las cuentas de 2010, siempre se basarían en dos pilares: su compromiso y «responsabilidad» en la lucha contra la crisis y el beneficio de Euskadi.

«El PNV va a seguir manteniendo un tono constructivo en sus propuestas y, a poca voluntad que exista, está dispuesto a arrimar el hombro para salir cuanto antes adelante», aseguró.

Azpiazu esbozó incluso alguno de los campos donde los próximos acuerdos políticos serán posibles. Citó la ejecución de los propios Presupuestos, la racionalización de las administraciones públicas, la reforma de los organismos reguladores, los impulsos a la economía productiva -energía, I+D+i y economía sostenible-, y los cambios en el mercado laboral y la Justicia, entre otros. Como demostración de que el acercamiento al Gobierno no es flor de un día, recordó que el PNV ha sido el socio de Rodríguez Zapatero en la aprobación de cinco de sus seis Presupuestos y que «podría continuar en el futuro, dependiendo de que haya un marco de confianza».

La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, que ayer era la portavoz del Gobierno en el pleno del Congreso, aceptó de inmediato el ofrecimiento de colaboración y le contestó, además, que «tenga la seguridad de que contaremos con su grupo para los proyectos que traigamos a esta Cámara».

Antes de bajarse del estrado, aprovechó para agradecer al PNV su «sensibilidad con el momento económico» y dijo que ya cuenta con su formación para poder sacar adelante la que el Gobierno quiere que sea una de sus leyes estrella, la de Economía Sostenible, que el Consejo de Ministros remitirá al Parlamento a lo largo de las próximas semanas.

Una nueva mayoría

La negociación presupuestaria no sólo puede haber permitido al Gobierno una vuelta a la colaboración política con el PNV sino también la posibilidad de contar en el futuro con la cercanía del otro socio del pacto, Coalición Canaria (CC). A ambos les une el multimillonario plan de choque contra el paro en el archipiélago que el Gobierno ha comprometido y que va a ejecutar durante varios años. Como reconoció ayer el portavoz canario, Luis Perestelo: «Siempre combinaremos la reivindicación nacionalista con el sentido de Estado». Una relación estable con ambos partidos aseguraría al Gobierno tranquilidad y mayoría absoluta en el Congreso, los mismos 177 votos que ayer rechazaron la devolución de los Presupuestos.

Las nuevas amistades le llegan al Ejecutivo justo en un momento de gran enfado con ERC, que es uno de sus socios habituales de los últimos meses. Como Salgado dejó claro el martes, el Gobierno no entiende el 'no' de los independentistas a las cuentas públicas de 2010 después del fuerte desgaste político que estuvo dispuesto a asumir José Luis Rodríguez Zapatero para pactar un nuevo sistema de financiación que respondiese a las demandas de Cataluña, que ERC vendió como un logro de su partido.

De igual manera, la recolocación parlamentaria llega en unas fechas en las que otros colaboradores ocasionales, como CiU e IU, se alejan del Gobierno. El primero porque ya prepara una dura campaña contra los socialistas para recuperar la Generalitat el próximo otoño. El segundo, porque su nuevo coordinador nacional, Cayo Lara, es muy poco proclive a pactos con los socialistas, ya que quiere abrir un hueco electoral claro en la izquierda que les diferencie del PSOE.

«Objetivo cumplido», según resumió el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El grupo socialista rechazó ayer, con el apoyo de PNV y Coalición Canaria (CC), las seis enmiendas de devolución del proyecto de Presupuestos al Ejecutivo, con lo que las cuentas públicas para 2010 pudieron iniciar su tramitación parlamentaria, que concluirá a mediados de diciembre con su aprobación definitiva por el pleno del Congreso.

El proyecto de presupuestos pasó el primer filtro, pero sin que ningún grupo parlamentario, a excepción del PSOE, defendiese sus bondades. Los propios socios del Ejecutivo en la aprobación de la ley más importante del año, PNV y CC, votaron a favor del proyecto por «responsabilidad», pero criticaron su contenido. El primero rechazó la «errática» política fiscal y el segundo indicó que el documento es «manifiestamente mejorable».

El aluvión de defectos denunciados por el resto de grupos, que votó a favor de la devolución al Gobierno, fue, por supuesto, bastante más numeroso. Al final, el marcador del hemiciclo reflejó 177 votos a favor de las cuentas del Ejecutivo, 168 en contra (PP, CiU, ERC, IU, BNG, UPyD y Nabai) y la abstención del diputado de UPN, Carlos Salvador. La abstención le costó a Salvador un rapapolvo de la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, a la que no le pareció una «posición responsable», y más si a lo que aspira en reciprocidad es al respaldo de los socialistas a las cuentas del gobierno de UPN en Navarra. Carlos Navarro, como único argumento, indicó que no podía votar contra el proyecto, aunque «no nos gusta».

El portavoz socialista, José Antonio Alonso, aprovechó su turno para lanzar un duro ataque a Mariano Rajoy. Le dijo que había venido al Parlamento «sin una sola idea», que no le importa «hacer daño a su país» sólo por atacar al Gobierno, que «no puede gobernar España porque no confía en ella», y que con el PP «no hay futuro y los ciudadanos no quieren a las personas que trabajan en contra de su propio país».

El proyecto, antes de pasar al Senado, será sometido a las enmiendas parciales de los grupos, de las que el Gobierno, gracias a su mayoría, sólo aceptará las que crea conveniente.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios