El catastro de bienes inmuebles de Vélez no se podrá revisar de nuevo hasta 2012

La Gerencia Provincial del Catastro lo tiene muy claro. Los valores catastrales de los bienes inmuebles del municipio de Vélez-Málaga no podrán ser revisados de nuevo hasta transcurridos, al menos, cinco años de la última revisión. Esto significa que en el mejor de los casos habrá que esperar todavía hasta 2012. Así lo expresó ayer el concejal de Hacienda del Ayuntamiento, Fermín Domínguez (PSOE), después de reunirse con el responsable del Catastro, Francisco Pérez Vivar, para solicitarle una nueva revisión a la baja de los valores catastrales por entender que los actuales están sobrevalorados dada la crisis global por la que atraviesa el país.

El Ayuntamiento ha formulado esta petición al Catastro tras conocer la postura de colectivos como las asociaciones de Comerciantes y Empresarios de Vélez y Torre del Mar, que se quejan de que los valores catastrales no responden a la realidad al superar los precios del mercado inmobiliario.

Según Domínguez, el Catastro entiende sin embargo que, según la legislación vigente, no es posible realizar una nueva revisión catastral hasta transcurrido cinco años de la última revisión, que en el caso de Vélez-Málaga se llevó a cabo en 2006, en pleno 'boom' del sector inmobiliario.

Pese a todo, Domínguez ha anunciado su intención de seguir abordando la problemática surgida en el municipio con las direcciones regional y nacional de Catastro al objeto de solicitar una modificación de la normativa legal vigente si fuese necesaria para poder realizar una nueva valoración sin tener que dejar transcurrir los cinco años que establece la Ley.

Mientras tanto y ante el malestar que ha generado en la población la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), motivada por el incremento de los valores catastrales, Domínguez ha confirmado que el Ayuntamiento está estudiando la puesta en marcha de diversas medidas para contrarrestar la subida, hasta tanto no culminan las gestiones puestas en marcha.

Estudio económico

La primera medida consistirá en bajar el actual tipo impositivo a partir de un nuevo estudio económico, aunque sin poner en peligro la economía del Ayuntamiento. Las previsiones iniciales del consistorio hablan de rebajar el tipo del 0,85 al 0,75 en 2010 y al 0,70 en 2011. Con el nuevo estudio no se descarta fijar el tipo para el próximo ejercicio en el 0,73. Paralelamente, el equipo de gobierno quiere mantener las ayudas para el pago del IBI. El edil de Hacienda es consciente de que la reducción prevista no sea apreciable, ya que la revisión catastral establece un incremento anual de los valores un 10%, de ahí la necesidad de seguir manteniendo las ayudas.

El resto de las medidas tienen como finalidad lograr el establecimiento de bonificaciones sobre las plusvalías y el impuesto de transmisiones patrimoniales, también afectados por la subida de los valores catastrales.