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M. M.
Lunes, 13 de julio 2009, 16:05
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Una cosa es hacer la maleta para marcharse a conocer mundo y otra para cambiar de ciudad/país durante unas horas por motivos laborales. Son los conocidos viajes de negocios y las mujeres tampoco se salvan. Cada vez ocupan más puestos de responsabilidad y llegan a más sectores. La consecuencia lógica se deja ver en los hoteles y en los centros de convenciones: la cuota femenina sube, aunque sigue siendo minoritaria. Eso hace que, a veces, en sus ratos libres, las viajeras ejecutivas se sientan solas, aburridas y con ganas de relacionarse con otra mujer sin que haya malentendidos. A veces incluso prefieren recluirse en la habitación antes que cenar sola.
Ahora tienen otra opción: quedar con otras mujeres y compartir con ellas esos ratos. Sólo hay que tener un ordenador a mano y acceder a alguna de las redes sociales destinadas especialmente a las féminas. Tecleando www.ladiesaway.com se entra en la norteamericana Ladies Away, una empresa diseñada para las mujeres que viajan tanto a nivel nacional como internacional. Este servicio pone en contacto a las mujeres que estén de viaje en una ciudad con otras que residan en el mismo lugar o que también se encuentren alojadas allí como ellas. El objetivo es intercambiar información y recomendaciones sobre visitas, restaurantes o propuestas de ocio.
Más desconfianza
Las dudas a la hora de relacionarse con hombres desconocidos son las que llevaron a Kerstin Hüghielm, directora ejecutiva de BPeople Coaching Community, a poner en marcha Executive Women's Network Lounge dentro de SkyLounge.com. En su opinión, hay mucha más desconfianza a la hora de quedar con un hombre que con una mujer.
Por y para mujeres fue creada también Global Dinner Network, o lo que es lo mismo, red mundial para cenar. Todo surgió cuando la química alemana Tanja Lindermeier se encontraba de viaje en Londres por motivos de trabajo. Después de las reuniones y entrevistas de la jornada estaba en su habitación de hotel, con ganas de cenar y charlar con alguien. La idea de sentarse sola en un restaurante no le seducía nada. Entonces, se le ocurrió que otras muchas mujeres trabajadoras debían de tener el mismo problema y buscó una solución: crear una red internacional en Internet.
«Las chicas jóvenes suelen compartir con sus amigas alegrías y preocupaciones. ¿Por qué no seguir ayudándose mutuamente en lo privado y profesional cuando ya son adultas?», explica Lindermeier.
Y estaba en lo cierto. Muchas mujeres pensaban como ella. Desde que comenzó a funcionar, hace casi dos años, ya cuenta con unas dos mil adeptas en todo el mundo entre los veinte y los sesenta años. Sólo hay que registrarse y 'colgar' los datos propios para compartir desde recomendaciones de restaurantes o clubes hasta acceder a un calendario de eventos que proponen las mismas socias.
Cambio social
«Antes eran los padres los que iban a las reuniones y las mujeres se quedaban con los niños en casa. Hoy, las mujeres ya no piensan que sean malas madres por marcharse a un congreso, y no tienen por qué hacerlo», considera María Ortegón, de Network Activo. Por experiencia, puede atestiguar que las mujeres son más participativas en las redes sociales y eso, unido a las ventajas de las nuevas tecnologías, forma un fructífero cóctel.
Según advierte Ortegón, «la mensajería inmediata es muy práctica porque de manera directa y barata ofrece la posibilidad de plantear, por ejemplo, a alguien de Barcelona alguna duda sobre la ciudad o pedirle una recomendación».
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