Aires persas para una vivienda de Vícar

Kusha Ghoreishi y Guillermo Casado fusionan naturaleza, tecnología y también sus propias raíces. El proyecto de una vivienda de características biodomóticas en Vícar (Almería) conjuga todos esos elementos. Desde antiguo los persas acostumbraban a construir torres de viento en lo alto de las viviendas que captaban aire fresco con el que enfriar el agua de los pozos y de paso el hogar familiar. Esta tradición, conocida por Kusha Ghoreishi, inspiró el proyecto realizado por Q-Ark para la casa y el huerto de un agricultor en Vícar, aún sin terminar de construir.

El proyecto ideado incluye un aljibe debajo del suelo de la vivienda cuya agua llega por una acequia. Un sistema ayudado por un cerebro domótico permite que las circulaciones de aire que entran al aljibe desde el exterior se enfríen al contacto con el agua produciendo frescor dentro de la vivienda y el calor se escapará por la chimenea.

La casa, orientada al sol para aprovechar la luz, dispone de una pérgola exterior con un toldo de láminas. También mediante un sensor domótico, la pérgola se recogerá o abrirá en función de la incidencia de los rayos solares y del calor o frío.

Ghoreishi y Casado investigan nuevas fórmulas que aúnen tradición y tecnología. Para construir una casa en Alhaurín con muros de tapial (cal y barro) indagan para hallar la mejor tierra de la zona.