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Connie Culp explicó ante los medios los avances de su cirugía, junto al equipo médico que la operó. / AMY SANCETTA. AP
«Eviten juzgar a los que no son guapos»
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«Eviten juzgar a los que no son guapos»

Médicos de EE UU trasplantan la cara a una mujer desfigurada por un disparo de su marido

JUAN PABLO NÓBREGA

Jueves, 7 de mayo 2009, 03:44

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El disparo a bocajarro efectuado por su marido en septiembre de 2004 no acabó con su vida de milagro, pero le destrozó la cara de tal manera que su nariz, pómulos y mandíbula quedaron reducidos a una masa informe y perdió de golpe la capacidad de ver, oler y sonreír. Cuatro años y medio y 30 operaciones después, Connie Culp tuvo la valentía de presentarse ante las cámaras para mostrar al mundo su nueva cara y agradecer a sus médicos y a la familia de una donante fallecida que la hubieran sacado de la terrible pesadilla que le ha tocado vivir.

«Supongo que yo soy la persona a la que ustedes han venido a ver hoy», empezó diciendo Connie, de 46 años, en la rueda prensa realizada en el hospital de Cleveland, Ohio, donde un equipo de cirujanos practicó el primer trasplante de cara realizado en Estados Unidos y el cuarto de estas características en todo el mundo. La mujer calificó de «regalo de Navidad» la generosidad de la familia de la donante que hizo posible el trasplante el pasado mes de diciembre.

Un calvario

Antes del éxito de la última intervención quirúrgica, de 22 horas, que le devolvió sus facciones actuales, Culp ha vivido un auténtico calvario, con su vida condicionada por sus continuas visitas al quirófano. Primero, los cirujanos repararon importantes daños para garantizarle la supervivencia, aunque seguía desfigurada e incapaz de comer o respirar sin una traqueotomía. El equipo médico reconoce que ha dado pasos de gigante y ahora está pendiente de ver qué cantidad de funciones es capaz de recuperar la paciente, algo que va a depender de cómo se regeneren los miles de nervios injertados en la zona afectada.

«Tenemos que esperar un poco», señalo la doctora Maria Siemionow, cirujana responsable de la operación. «Se trata de una reconstrucción enorme. En los próximos seis o doce meses veremos más movimiento en su cara, pero incluso en su estado actual podemos decir que ella es alguien como nosotros. Tiene nariz, párpados, labios... qué más quieren ustedes», explicó.

Pero nadie mostró más fortaleza que la propia Culp. «Sólo quiero decir que cuando alguien sufre una desfiguración y no luce tan guapa como otros, deberíamos evitar juzgar a esa persona porque nunca se sabe qué le ha podido ocurrir», dijo la mujer. Kathy Coffman, la psiquiatra que ha tratado a Culp durante todos estos años, habla de ella como una paciente con una gran capacidad de recuperación y la ve como una «embajadora potencial» para ayudar en otros casos similares. «Es una persona muy realista, capaz de relacionarse con los demás en los momentos más duros, cuando había sufrido esas terribles heridas y no estaba claro cómo iban a ir las operaciones», alabó.

Aunque los cirujanos consideran que la recuperación de Culp ha sido un éxito hasta ahora, la nueva cara significa un proceso de ajustes que durará toda su vida. Por ejemplo, tendrá que tomar potentes medicamentos inmunosupresores para reducir los riesgos de rechazo de su nueva cara. De hecho, la mujer sufrió un proceso menor de rechazo hace un mes y medio. Afortunadamente, los médicos pudieron evitar males mayores.

Inflamación

La nueva cara de Connie Culp no está todavía «en su sitio». En las próximas semanas y meses, la inflamación que domina el rostro irá desapareciendo y muchas funciones volverán. Los avances serán graduales y requerirán una gran determinación por parte de la paciente, que deberá realizar una completa tabla de ejercicios de rehabilitación. Muy importante también es vigilar de cerca la evolución de los injertos para evitar otros problemas potenciales.

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