Condenan a una comunidad de propietarios por resbalar una vecina al estar el suelo mal fregado

No vio el charco que le esperaba a la salida del ascensor. El portero del bloque estaba fregando el rellano y el piso estaba mojado. La mujer, que entonces tenía 50 años, cayó al suelo y se fracturó el tobillo izquierdo.

Un juzgado de Málaga ha condenado a la aseguradora de una comunidad de propietarios a pagar una indemnización de 20.000 euros a la afectada por las secuelas que le ha dejado el accidente.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 9 de la capital da por buena la versión de la demandante, que además aportó una testigo que confirmó los hechos denunciados.

Así, una amiga de la afectada, que fue a recogerla aquel día para ir al trabajo, aseguró ante la magistrada que vio cómo su compañera salía del ascensor y se resbalaba con un charco que había en el rellano. Acabó cayendo al suelo.

El portero de la finca se encontraba fregando cerca de las escaleras. La testigo apreció, según la resolución judicial, que el hombre no escurría la fregona al sacarla del cubo, sino que se limitaba a extender el agua que vertía directamente sobre el suelo.

La jueza da credibilidad a este testimonio, que corroboró que el piso estaba mojado e incluso que había algunos charcos, ya que la propia parte demandada -la aseguradora, que actuó en representación de la comunidad de propietarios- admitió este extremo.

La compañía demandada rechazó que los charcos fuesen el motivo del siniestro y alegó que la mujer debió apreciar su presencia a simple vista y haber evitado así la caída.

Además, se da la circunstancia de que el portero no compareció al acto del juicio, por lo que no se produjo alegación alguna a las afirmaciones de la víctima y su testigo.

El accidente, que ocurrió 29 de abril de 2005, le provocó a la afectada una fractura en el tobillo izquierdo de la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Estuvo cinco días hospitalizada y 208 impedida.

Por todo lo anterior, la magistrada estima parcialmente la demanda presentada por la mujer, a la que asistió el letrado Juan Godofredo Giménez, y obliga a la aseguradora a abonarle 19.262 euros por las secuelas físicas y estéticas que le ha dejado el accidente. La jueza también condena a la compañía a hacerse cargo de las costas del procedimiento.