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Polonia prohíbe al Che
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Polonia prohíbe al Che

El Gobierno reformará el Código Penal para sancionar a los que luzcan símbolos «totalitarios» del nazismo y el comunismo

P. SOTO

Lunes, 27 de abril 2009, 03:49

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El Gobierno de centroderecha de Donald Tusk se ha propuesto prohibir por ley la difusión de propaganda y los símbolos del comunismo, el fascismo, el nazismo y, en general, el «totalitarismo» en Polonia. El anuncio lo hizo la ministra de Igualdad, Elzbieta Radziszewska, que indicó que el Ejecutivo polaco trabaja en un proyecto de reforma del Código Penal que endurece la penalización de «la propaganda de ideologías criminales» como las defendidas por Lenin y Stalin en la URSS o Hitler y Mussolini en Alemania e Italia.

La ley incluirá como actividades a perseguir lucir camisetas con el martillo y la hoz, el símbolo comunista por excelencia, o con fotos de Lenin, Stalin, Trotsky o el propio Ernesto 'Che' Guevara, que se ha convertido en un reclamo publicitario más que en un símbolo estrictamente político en el mundo entero.

La polémica está servida en Polonia, país donde las cuestiones relacionadas con su pasado levantan profundas pasiones. Según los historiadores Andrzej Paczkowski y Karel Bartosek, entre 1948 y 1956, la etapa más dura de la represión comunista, decenas de miles de personas perdieron la vida, fueron encarceladas o enviadas a campos de trabajo o a la URSS.

El jurista Slawomir Steinborn puso en duda la eficacia de la nueva legislación porque «no tiene sentido castigar a quienes lleven camisetas con imágenes del Che». Dentro de las filas de la izquierda poscomunista polaca, pero también en algunos sectores del centroderecha, hay una rotunda oposición a llevar a cabo una caza de brujas contra los representantes y valores del antiguo régimen.

Reconciliación

La transición polaca de 1989, parecida a la española en algunos aspectos, se basó no tanto en el olvido como en la reconciliación entre partidarios y enemigos del sistema comunista. Esta dinámica se ha mantenido hasta hoy en día, aunque el Gobierno conservador del partido Ley y Justicia (PiS) intentó 'limpiar' el país de colaboradores de los servicios secretos comunistas (SB) a través de una legislación que en gran parte fue declarada inconstitucional.

En Polonia, como en otros países del antiguo bloque del 'socialismo real', es frecuente que se pongan en el mismo plano los crímenes del comunismo y del nazismo y el fascismo. Aunque éste no es su objetivo, el Gobierno de Tusk ha vuelto a poner sobre la mesa el viejo debate sobre las similitudes entre nazismo y comunismo. A pesar de haber sufrido ambos sistemas, una parte de los polacos suele ser más indulgente con el comunismo.

Andrzej Szpocinski, miembro del Instituto de Ciencias Políticas de la Academia Polaca de las Ciencias de Varsovia, entiende que el debate sobre ambos sistemas tenga en el Este de Europa una naturaleza diferente al Oeste, porque «en Europa central y oriental, dirigida por los partidos comunistas, todos los ciudadanos tuvieron contacto con las persecuciones y los crímenes, aunque no fueran víctimas directas de la represión». Pero califica de «chocante la indulgencia de un país como Polonia» hacía el comunismo, y «chocante la resistencia de los países del Oeste de Europa a reconocer la crueldad de los regímenes comunistas».

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