Borrar
Raquel Fernández maquilla a Dori en el taller impartido en el hospital. /JOSELE-LANZA
El maquillaje que hace sonreír
HOSPITAL COSTA DELSOL

El maquillaje que hace sonreír

Pacientes con cáncer de piel asisten en el hospital Costa del Sol a talleres para camuflar las cicatrices y, sobre todo, para reconciliarse con su imagen

CRISTINA GONZÁLEZ

Sábado, 14 de marzo 2009, 02:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«¡Ésta no soy yo!. Estoy estupendamente». La exclamación le sale del alma. El pequeño espejo refleja su imagen, pero no la misma que hace quince minutos. Su aspecto ha mejorado pero, sobre todo, el de la cicatriz que le dejó en la cara una operación de cáncer de piel. «No le he llevado muy mal. Si acaso peor cuando me di cuenta de que no me quedaba como yo quería», reconoce Dori Rodríguez sobre las secuelas de la intervención quirúrgica. Ayer dio un paso más para reconciliarse con su nueva imagen. Ella y otras pacientes con cáncer de piel descubrieron en una sesión de dos horas cómo unos minutos de dedicación al día pueden reconducir su autoestima y cómo a golpe de corrector se borran los complejos.

«Las personas con cáncer de piel o lesiones en la cara suelen tener muchos problemas para relacionarse, ciertas limitaciones, por lo que les facilitamos herramientas para que puedan disimularlas», explica Juan Carlos Toribio, responsable de Enfermería de Consultas Externas del hospital Costa del Sol. Junto con las enfermeras de Dermatología, Belén Ramírez y Encarnación Fernández, son los artífices de los talleres de maquillaje corrector dirigidos a este tipo de pacientes; una iniciativa que además les valió el primer premio de Enfermería Dermatológica del IX Congreso Nacional de Enfermería celebrado en 2007 en Benalmádena.

Ayer, enmarcado también en el 15º aniversario del hospital, organizaron un nuevo curso al que se asistieron personal sanitario y un grupo de pacientes que siguieron con mucha atención las explicaciones de Raquel Fernández, farmacéutica de la firma Avène. «El maquillaje no es una panacea, lo que no se ha hecho a nivel quirúrgico no se puede hacer, pero logra mejorar el aspecto entre un 50 y un 70 por ciento», señaló. Ofreció los pasos a seguir. En primer lugar, la aplicación de correctores que serán de distinto color en función de la tonalidad de la cicatriz. Después la aplicación del maquillaje y, por último, un toque de polvos de color. «El objetivo es unificar lo más posible el tono de la piel», añadió.

La prueba del espejo

Dori fue la voluntaria de la sesión. Su cicatriz desapareció casi por arte de magia. «Ya usaba algo pero ahora lo voy a usar más», comenta. Como Adela Cerván y Ana Pérez Leiva. Una operación para extirpar sendos carcinomas dejó una marca en la piel que cuando salen de casa apenas si se nota. «Una vez que estás tranquila porque ha salido todo bien, encontrarte con el espejo es muy duro», explica Adela.

Ana lo confirma. La coquetería femenina juega una mala pasada o una buena, ya que ayuda a luchar por sentirse guapa y por salir adelante. «Hay gente que ni me lo nota, sólo el que lo sabe», explica. Al margen del maquillaje, los enfermeros les animan a enfrentarse poco a poco al espejo y a masajearse la cicatriz, también para mejorar la sensibilidad. «Lo normal es que pidan ayuda, sino se puede pensar que no están afrontando el problema», concluye Belén Ramírez.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios