Se implanta un lápiz de memoria USB en el dedo

No hay mal que por bien no venga. Eso es lo que debió de pensar Jerry Jalava, un joven programador de software finlandés que perdió parte de su dedo anular en un accidente de moto y decidió aprovechar el infortunio para implantar un lápiz de memoria USB en la prótesis que le fabricaron en el hospital.

Según cuenta el propio Jerry en su blog, todo empezó en mayo del año pasado. Tuvo un accidente de moto y perdió el dedo. Cuando volvió al hospital para que le fabricaran una prótesis de látex, el médico le propuso introducir un lápiz de memoria USB en la prótesis, algo que él aceptó encantado. «Se trata de un implante desmontable. Cuando tengo que usar el USB, simplemente dejo mi dedo en la ranura y cuando termino lo recojo», explica.

Gracias al invento, de dos gigabytes, puede llevar consigo cualquier tipo de archivos, y cuando los necesita, sólo tiene que quitarse la pequeña prótesis y conectarla al ordenador.