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Fray José María prepara una bolsa de alimentos básicos para una familia. / A. F.
Una familia de Antequera da de comer cada día a cuarenta hogares necesitados
MÁLAGA

Una familia de Antequera da de comer cada día a cuarenta hogares necesitados

Los donantes, que prefieren permanecer en el anonimato, mantendrán la ayuda todo este año

CARMEN MARTÍN

Sábado, 7 de marzo 2009, 11:49

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No se sabe quiénes son ni en qué barrio de la ciudad residen, pero sí por qué lo hacen. La sensibilidad hacia las necesidades de los demás y sus creencias cristianas son los motivos que han llevado a una familia de Antequera a aportar el dinero para que cuarenta hogares necesitados de la ciudad puedan comer a diario. El padre Francisco Martínez, de la orden de los Capuchinos, gestiona junto a otra institución los fondos que esta familia ha decidido donar en tiempos de crisis desde el pasado mes de febrero y hasta que acabe el año para que no falte en pan en otros hogares necesitados de Antequera.

«De entre todas las familias que nos solicitan ayuda, hemos seleccionado las cuarenta más necesitadas, que reciben dos veces al mes vales para productos básicos que luego canjean en un supermercado», explica el padre Paco, como le conocen en Antequera. Leche, legumbres, azúcar, huevos, yogures, salchichas, patatas, aceite... e incluso productos de limpieza como el detergente o la lejía son financiados por esta familia antequerana que siempre ha mostrado un «espíritu solidario», pero que prefiere mantener el anonimato.

Carmen Aguilera, presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio Girón, es una de las personas que ayuda al padre Paco a repartir los cheques entre las familias necesitadas. «Se trata de gente trabajadora, en muchos casos matrimonios jóvenes con niños, que nunca han tenido la necesidad de pedir, pero que se han quedado en paro o sin subsidio y tienen a veces hasta que pagar una hipoteca», cuenta.

El caso de esta familia antequera, aunque excepcional, se suma al de otros vecinos de la ciudad y empresas que aportan ayuda económica o en especie a Cáritas de El Salvador, que también es gestionada por el padre Paco en el barrio y que atiende a los necesitados los lunes a las seis de la tarde. No obstante, en el convento de Capuchinos «llaman a la puerta a diario» y la casa también ofrece alimentos y ropa a las familias necesitadas. Más de cien acuden con una frecuencia de 15 días a sus puertas reclamando ayudas y algunas, incluso, van más frecuentemente. La mayoría son de origen antequerano, aunque también hay inmigrantes. A través de Cáritas de El Salvador y de la orden de los Capuchinos reciben no sólo alimentos y ropas, sino también ayuda económica para pagar recibos y alquileres.

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