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Tiene una buena salida profesional y el perfil del alumnado es eminentemente masculino. / SUR
Los jóvenes se aferran a la Formación Profesional para hacer carrera
MÁLAGA

Los jóvenes se aferran a la Formación Profesional para hacer carrera

El número de alumnos ha aumentado un 60% en los últimos siete años gracias a un amplio abanico práctico de especialidades La gran demanda es fruto de la altísima inserción laboral

PILAR R. QUIRÓS

Viernes, 27 de febrero 2009, 04:01

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«La Formación Profesional ha dejado de ser la cenicienta del sistema educativo». Con estas palabras se expresaba ayer el director del IES Campanillas, Juan Manuel Sánchez, al conocer que el número de alumnos de estos ciclos en Málaga había aumentado un 60% en los últimos siete años. En el curso 2001/2002 se matricularon en FP 9.765 alumnos y en el 2008/2009 lo han hecho 15.568, según los datos facilitados por la Delegación de Educación de la Junta a este periódico. Estas cifras superan incluso a las del espectro andaluz, ya que según el informe 'La formación profesional en España', perteneciente a la Colección de Estudios Sociales de la Fundación 'La Caixa', y elaborado por el sociólogo Oriol Homs, el aumento de los alumnos que acceden a la Formación Profesional en Andalucía en los últimos siete años asciende al 50%, pero no al 60% como ocurre en Málaga.

Hasta aquí las cifras. Pero hay que analizar el porqué de la gran evolución en la demanda de estos estudios, algo que a ojos de los expertos tiene una explicación muy sencilla. Según docentes consultados por este periódico, para muchos jóvenes, la Formación Profesional ha supuesto una forma de hacer carrera sin tener que pasar por la Universidad, donde el número de años de estudios es mayor y donde para acceder es necesario el Bachillerato, no así en la FP de formación media, donde se accede directamente con los estudios de Secundaria, que se finalizan a los 16 años.

Otro de los atractivos de estos estudios es el alto grado de inserción laboral, que los directores de estas especialidades en Málaga sitúan por encima del 80%. «Hay muchos ejemplos de alumnos que terminan sus prácticas y siguen trabajando directamente en la empresa en las que las hicieron, y en el peor de los casos, la inmensa mayoría encuentra un puesto en los seis meses siguientes a la terminación de sus estudios», según sostiene Juan Manuel Sánchez, responsable del IES Campanillas, un referente en estas disciplinas.

El citado estudio, por su parte, atribuye esta gran demanda a los magníficos resultados laborales que genera, y abunda en la cuestión diciendo que «el incremento de alumnos matriculados en FP se debe a que España presenta una sobreabundancia de mano de obra poco cualificada y una escasez de cualificaciones intermedias, con lo que la formación profesional suele dar buenos resultados laborales».

Hay que distinguir entre la FP de grado medio, a la que se accede tras obtener el título de Secundaria, que da lugar a la obtención de la titulación de técnico de la profesión correspondiente y está integrada en la educación Secundaria postobligatoria; y la de grado superior, más especializada, y para la que hay que contar con el título de Bachiller. En la FP de grado superior se obtiene una titulación de técnico superior y está encuadrada dentro de la educación superior no universitaria. En contraste con el grado medio, la superior está pensada para formar a futuros técnicos altamente especializados o los mandos intermedios de las empresas de cualquier sector económico.

Así, por ejemplo, en el IES Campanillas, una misma especialidad cuenta con dos grados: 'Desarrollo de aplicaciones informáticas', de grado superior, y 'Explotación de sistemas informáticos', de grado medio; y ambas se imparten en el entorno del PTA, donde un buen número de sus alumnos se coloca tras las prácticas. «Esto es lo que buscan los chicos, primero hacer algo que les gusta; y segundo, encontrar trabajo fácilmente también está entre sus miras», según indica el director de este centro.

Por último, la FP también sirve de eslabón de enganche a los estudios a aquellos alumnos que abandonaron o se decidieron por la Universidad y no entraron en las especialidades que eligieron. Y esto se aprecia en que la matriculación en septiembre de FP en Málaga era de 13.454 alumnos y a fecha de febrero ha ascendido a 15.568, y casi todos los casos corresponden a estas dos opciones.

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