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Una de las casas destruidas por el bombardeo, el 22 de julio de 2002. / FOTOS: EFE Y AP
La Audiencia Nacional investiga una masacre israelí en la franja de Gaza
ESPAÑA

La Audiencia Nacional investiga una masacre israelí en la franja de Gaza

El sumario se dirige contra un miembro del Gobierno judío y seis mandos militares por un bombardeo que en 2002 mató a 14 civiles

MATEO BALÍN

Viernes, 30 de enero 2009, 04:12

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El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decidió ayer investigar la responsabilidad penal por crímenes contra la humanidad de un miembro del Gobierno israelí, que cuando ocurrieron los hechos ocupaba la cartera de Defensa, y seis altos cargos militares, presuntos responsables del bombardeo que en julio de 2002 acabó con la vida de catorce civiles en la franja de Gaza.

El 'ataque selectivo' iba dirigido contra la vivienda de un líder de Hamás, que también falleció en el bombardeo, y dejó otros 150 heridos, la mayoría con lesiones graves y secuelas permanentes.

La querella fue presentada por el Centro Palestino por los Derechos Humanos, que representa a familiares de seis de los asesinados. Está dirigida contra el ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer, hoy diputado laborista y ministro de Infraestructuras, y alcanza a la cúpula militar israelí en el momento de la masacre, entre ellos el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Moshe Yaalon, y el comandante de las Fuerzas Aéreas Dan Halutz.

La demanda también involucra al entonces primer ministro Ariel Sharón, que permanece en estado vegetativo desde 2005.

A todos ellos, el magistrado les imputa un delito contra la humanidad por crímenes de guerra, para lo que se ampara en la competencia que la legislación española atribuye a la Audiencia Nacional para instruir delitos por genocidio, terrorismo o contra civiles cometidos fuera del territorio nacional cuando no han sido perseguidos por los tribunales del lugar donde se cometieron.

Esa norma deja abierta la puerta para que el tribunal admita también a trámite otra querella interpuesta la pasada semana por una asociación cultural de Melilla por la última ofensiva israelí en Gaza. Va dirigida contra el actual primer ministro israelí, Ehud Olmert, y los titulares de Defensa y Exteriores, Ehud Barack y Tzipi Livni, «brazos ejecutores» de dicha operación, que dejó unos 1.300 muertos, una tercera parte niños, según la ONU.

La demanda por el asesinato de los catorce civiles en 2002 fue presentada en verano pasado. Entonces, el juez Andreu cursó una comisión rogatoria a Israel para que le informase sobre la existencia en este país de algún procedimiento abierto por estos hechos. Pero las autoridades hebreas nunca respondieron al requerimiento.

No por ignorancia. Días después de conocerse la presentación de la querella, el Gobierno israelí informó a los presuntos responsables del bombardeo de que no viajaran a España -«ni por trabajo ni por turismo»- por temor a que fueran arrestados y procesados. Si ello ocurría, les advirtieron, se podría generar una grave crisis diplomática entre ambos países.

Ahora, una vez admitida a trámite la demanda, el juez Andreu le vuelve a pedir a Israel que notifiquen el escrito a los imputados a fin de que sean citados a declarar en una fecha futura aún por determinar.

Además, solicita otra autorización a la Audiencia Nacional para desplazarse a Gaza con el objetivo de tomar declaración a familiares y testigos de las víctimas. El instructor advierte en el auto de que si en el transcurso de la investigación las pruebas demuestran que la acción respondía a una «estrategia predeterminada», entonces podrían calificarse los hechos de una forma «más grave».

«Excesivo»

El ataque «excesivo o desproporcionado», según el juez Andreu, acabó con la vida de los 14 civiles y dejó otros 150 heridos el 22 de julio de 2002. Hacia la medianoche, un avión F-16 lanzó una bomba de una tonelada sobre el barrio de Al Daraj, en la ciudad de Gaza, al norte de la franja palestina. El objetivo principal era la casa del comandante del movimiento Hamás Salah Shehadeh y tenía como fin último «asesinarlo».

La potente bomba alcanzó la vivienda y acabó con Shehadeh. Pero también destruyó la casa ocupada por la familia Mattar, a menos de dos metros de la primera. Siete miembros de la misma fallecieron, entre ellos varios niños, además de otros tantos civiles pertenecientes a otras cuatro familias que vivían en edificios colindantes. Los daños materiales también fueron cuantiosos.

El ataque levantó una gran polvareda en Israel. Al ser preguntado qué sentía tras el lanzamiento del proyectil en una zona tan densamente poblada, el comandante de las Fuerzas Aéreas, Dan Halutz, señaló: «Siento una leve sacudida que se pasa después de un segundo». Halutz es conocido por idear los ataques selectivos.

La decisión del juez Andreu de investigar los crímenes en Gaza es el último episodio de una larga lista de querellas presentadas y admitidas a trámite en España para investigar crímenes de lesa humanidad ocurridos en Guatemala, Ruanda, Argentina, Chile, China, Tíbet y El Salvador.

Hace apenas una semana, el juez Eloy Velasco aceptó instruir el asesinato en 1989 de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, a manos de militares salvadoreños.

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