Los nuevos modelos de familia, los que más ayuda piden para atajar la conflictividad de sus hijos
El Área de Bienestar Social detecta que están aumentando los casos de atención a menores de entre seis y nueve años
ANTONIO M. ROMERO
Martes, 27 de enero 2009, 02:56
Los nuevos modelos de familias, las monoparentales y las reconstituidas -aquellas parejas en las que uno o los dos progenitores proceden de anteriores unidades ... familiares que se han roto-, son las que más acuden a los servicios sociales del Ayuntamiento de la capital reclamando ayuda para atajar la conflictividad de sus hijos. Según se desprende del balance de 2008 del Centro de Atención a la Infancia y la Familia, dependiente del Área de Bienestar Social, de las 106 que fueron atendidas, el 61% de ellas correspondían a estas dos categorías y el resto (39%) a las familias tradicionales.
Unos datos que muestran los cambios que está experimentando la familia como entidad social y en los que, según el responsable de este centro de atención, José Antonio Torres, hay dos variables que intervienen en la aparición de los problemas de convivencia familiar y que precisan de más investigación. Una es el aumento de los casos de separación matrimonial y la situación de especial vulnerabilidad en que se encuentran los menores en esos procesos y otra la monoparentalidad como situación de riesgo derivada de factores de índole económica, razones personales o tiempo de dedicación a los menores.
El balance, presentado por la concejala de Bienestar Social, Mariví Romero, revela nuevas realidades sociales y que las demandas están cambiando. Así, van en aumento los padres con hijos de entre 6 a 8 años que acuden a este centro preocupados por las conductas de estos menores y por su competencia como progenitores. «Al primer síntoma de problemas, los padres actúan, lo que demuestran que están más concienciados», apuntó Torres.
«Amos de sus casas»
La falta de respeto a las normas de convivencia, problemas en el colegio e incluso agresiones (verbales o físicas) a sus progenitores son las actitudes que definen a los menores cuyas familias acuden al Centro de Atención a la Infancia y la Familia en busca de ayuda. Hay casos en los que estos pequeños llegan a convertirse «en los amos de la casa».
Desde que hace siete años se puso en marcha este servicio, el número de atendidos no ha dejado de crecer. Devolver la autoridad a los padres y madres (sobre todo en el caso de las familias monoparentales); promover hábitos de estudio, horarios o tareas domésticas; trabajar sobre el uso adecuado de las técnicas de modificación de conductas (refuerzos y castigos); establecer y priorizar las normas en la familia o eliminar las descalificaciones e insultos son las pautas en las que se incide.
Asimismo, el centro ofrece un servicio de prevención a través de la educación al que en 2008 acudieron 455 progenitores. Para el primer semestre de 2009 se prevé realizar 25 sesiones en centros educativos de la capital en el que se abordarán distintos asuntos, entre ellos, el impacto de las nuevas tecnologías en la conducta de los menores.
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