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Antonio de los Ríos ante su vehículo adaptado para discapacitados. / SALVADOR SALAS
Antonio, un taxista muy capaz
MÁLAGA

Antonio, un taxista muy capaz

Fue uno de los cinco primeros en Málaga que adaptaron sus vehículos para trasladar a personas con discapacidad. De eso hace ya 16 años y sus compañeros le decían que estaba loco

ANTONIO ROCHE

Miércoles, 3 de diciembre 2008, 03:51

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Antonio de los Ríos Hernández es un malagueño especializado en transportar con su taxi a personas con movilidad reducida. Hoy, que se celebra el 'Día Mundial de la Discapacidad', es un buen motivo para recordar su apuesta tendente a prestar un servicio a este colectivo. «En marzo de 1992 salieron en Málaga los primeros cinco coches adaptados para minusválidos», dice a modo de introducción.

Recuerda los números de licencia de estos cinco pioneros: 1.251, 640, 430, 1.177 y, la de él, la 779. Bueno, mejor dicho, la del vehículo que conduce, porque Antonio es asalariado y está a la espera de conseguir una licencia propia. «Al principio era muy duro. Veías que a ti no te paraba nadie y cogían al que venía detrás tuya». La gente veía «un taxi raro» y prefería los otros.

En las paradas era la atracción de los otros taxistas, que curioseaban para ver el vehículo adaptado por dentro. «Los compañeros nos decían que estábamos locos, que a dónde íbamos con ese coche. Entonces no había monovolúmenes como ahora». Los cinco coches adaptados que comenzaron a circular por Málaga eran de la marca Fiat Ulysse. Luego, el titular de la licencia lo cambió por un Citroën Evasión; volvió a otro Fiat Ulysse y, desde hace tres semanas, un Citroën C8, equipado a la última. El Ayuntamiento de Málaga subvenciona con 12.000 euros la adaptación de estos vehículos, además de unas ayudas anuales por los gastos de mantenimiento que ocasionan.

Más autonomía

La aparición de estos vehículos llamados 'eurotaxis' facilitó que las personas discapacitadas salieran más a la calle. Antes lo veían como un problema. Ahora no. Suben al taxi por el portón trasero sin abandonar su silla de ruedas, que va sujeta al taxi, además del pasajero, que lleva abrochado el cinturón de seguridad.

Antonio de los Ríos recuerda su primera carrera con una persona con discapacidad. «A las dos semanas de tener el coche llevé a Mavi -habla con familiaridad-, que vive en Gamarra. Es una chica a la que le gusta ir al teatro. Al final terminas haciéndote amigo de los clientes».

Málaga es pionera en muchos aspectos relacionados con la discapacidad. Por ejemplo, en estos momentos en la capital hay 38 taxis adaptados y el objetivo es llegar a los 100. En Sevilla hay 14 y en Granada, 12. También fue pionera la capital malagueña en formar a los taxistas en el transporte de personas discapacitadas mediante cursos de especialización. «Ninguna ciudad de España tiene estos cursos», sentencia De los Ríos.

Esos módulos formativos no sólo preparan a los conductores para llevar sillas de ruedas, sino también para transportar a personas ciegas, sordas, mayores o con deficiencia intelectual. Informan a los conductores de que en la capital malagueña hay una población de unos 60.000 discapacitados y que gran parte de ellos viven en las zonas de Cruz de Humilladero y de Jardín de Málaga. «También se requiere que el taxista tenga sensibilidad para este colectivo porque a veces se marean dentro del coche y tú tienes que andar limpiando lo que echan», apunta.

Anécdotas

En estos 16 años ha habido varias anécdotas. «Una vez me llamó un discapacitado de la feria y cuando lo recogí iba bebido. Llegamos a su domicilio y no había nadie en la casa para que lo subieran, y lo tuve que hacer yo, escalón a escalón, un cuarto piso porque en el bloque no había ascensor». Otra: un día estaba durmiendo en su casa y la Policía Local del aeropuerto le llamó sobre las cuatro de la madrugada para recoger a un extranjero que acababa de llegar e iba en una silla eléctrica y no había taxi que le pudiera hacer el servicio.

Antonio de los Ríos está contento con su trabajo. Cuando le den su licencia tiene claro que seguirá trabajando para discapacitados.

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