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Varias personas observan el cadáver de uno de los atracadores que intentaron robar en la caja de ahorros. / EFE
Un atracador fallece tiroteado por un policía en Alicante al robar un banco
ESPAÑA

Un atracador fallece tiroteado por un policía en Alicante al robar un banco

Los dos asaltantes, que no consiguieron hacerse con el botín, tomaron como rehenes a una decena de clientes

LORENA SEBASTIÁN

Jueves, 27 de noviembre 2008, 04:21

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Un atracador murió ayer y otro resultó gravemente herido en el transcurso de un tiroteo registrado en Petrer (Alicante), minutos después de haber intentado robar una entidad bancaria. En el intercambio de disparos también fue alcanzado por una bala un policía.

Al grito «¡esto es un atraco!», los dos asaltantes irrumpieron a las 14.15 horas en la sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo de Petrer. Los dos ladrones, que no consiguieron hacerse con el botín, iban con el rostro oculto por caretas. Disfrazado uno con una peluca y unas gafas de sol, y el otro con una máscara y un bigote postizo, los atracadores tomaron como rehenes a la decena de clientes que en esos momentos se encontraban en la sucursal.

Los asaltantes intentaron obtener sin éxito del director de la oficina financiera la clave de la caja fuerte. Al directivo le dieron una paliza, al tiempo que le amenazaron con hacerle una visita dentro de unas semanas a su propia casa, para lo cual le pidieron el DNI. En un momento dado, uno de los ladrones invitó a su compañero a disparar al director, aunque el interpelado desistió de hacerlo.

Mientras uno intentaba conseguir el código de la caja fuerte, el otro atracador, de 55 años, se quedó en la entrada de la sucursal después de obligar a los allí presentes a sentarse en el suelo.

El atracador se percató entonces de la presencia de la Policía, que había establecido un dispositivo a la entrada de la oficina. Fue allí donde quedó tendido en el suelo tras recibir dos disparos de los agentes en el tórax y sufrir la fractura de los dos húmeros.

Bloqueo de la puerta

Su compañero, de 40 años, dejó entonces al director de la entidad para salir a la calle con varios rehenes, que consiguieron zafarse de él, entrar de nuevo en el banco y bloquear la puerta. Ya sólo tenía en su poder la vida de un último rehén, aunque el disparo certero de uno de los agentes le mató. En el cruce de disparos entre policías y atracadores, uno de los agentes resultó herido en una pierna, aunque su estado no reviste gravedad.

Por lo que respecta al último rehén, salió ileso del percance que, no obstante, causó en todos «una gran conmoción». Uno de los testigos aseguró que «se han vivido momentos de mucha tensión y miedo». No en vano, en el lugar del suceso se recogieron 31 casquillos de bala.

«Cuando terminó el susto, clientes y empleados no nos pudimos contener: explotamos y empezamos a llorar y gritar histéricos», dijo Antonio, uno de los rehenes, quien afirmó que, al parecer, una empleada de la que no se percataron los atracadores «fue la que muy posiblemente dio la voz de alarma» a la Policía.

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