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ACUSADO. Roca, en la Audiencia Nacional. / EFE
Roca declara que no sabe cómo llegó dinero municipal a sus empresas
MARBELLA

Roca declara que no sabe cómo llegó dinero municipal a sus empresas

Asegura que nunca las utilizó y que sólo Jesús Gil sabía de su existencia. «Nadie respiraba en el Ayuntamiento sin una orden del alcalde», según Sierra

M. J. CRUZADO

Viernes, 7 de noviembre 2008, 02:48

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Finalmente, casi una década después de iniciarse la causa, Juan Antonio Roca y el abogado José Luis Sierra declararon ayer como acusados en el 'caso Saqueo'. Como era previsible, ambos se desvincularon del presunto desvío de 36 millones de euros de las arcas municipales a empresas privadas hace 15 años y responsabilizaron al entonces alcalde, el fallecido Jesús Gil, como ya hicieran los otros cuatro acusados en el caso con el también imputado fallecido José Luis Jiménez, mano derecha del primer edil. Roca aseguró con total aplomo que nunca llegó a utilizar las cuatro empresas de su propiedad que, según la Fiscalía, emitió facturas multimillonarias para la distracción de los fondos municipales. «No tengo ninguna relación con que el señor Castel -considerado el contable del entramado financiero- o alguien del Ayuntamiento hiciera un uso indebido de esas sociedades. Nunca las llegué a utilizar». Poco después reconoció que la única persona que sabía de la existencia de dichas empresas era Jesús Gil, que según dijo, fue el intermediario en la compra. La explicación de Roca no pudo ser más rocambolesca. Aseguró que para salvar de la quiebra a una de sus empresas adquirió estas cuatro que puso a nombre de su madre, como muchas otras propiedades. Después de que uno de los vendedores le acusara de estafarlo decidió no utilizarlas. «Suponer que el 80 por ciento del pago total de las contratas otorgadas a Planeamiento 2000 fueran a parar a estas sociedades inactivas es tanto como pensar que Hacienda es tonta», dijo desafiante. Respecto a Planeamiento 2000, empresa de la que fue gerente, negó la existencia de una caja B. «No tenía contabilidad B, las cuentas eran transparentes, muy simples. Es una expresión desafortunada». Jesús Gil salió de nuevo a relucir. «Desconozco quién era el contable pero la documentación siempre se dejaba en el despacho del alcalde». José Luis Sierra, abogado del fallecido, acusó a Gil directamente. «Tomaba todas las decisiones, incluso las jurídicas. Las órdenes las daba él y Jiménez las ejecutaba. Nadie respiraba en el Ayuntamiento sin una orden expresa de Jesús Gil y a nadie se le hubiera ocurrido mover un sólo céntimo sin su autorización expresa, y si lo hacía, al día siguiente tenía que buscarse otro trabajo», declaró. El juicio retomará hoy la declaración de Sierra, que quedó inconclusa por falta de tiempo, y continuará con los testigos, entre ellos Julián Muñoz, entonces miembro del consejo administrativo de las sociedades municipales.

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