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IGNACIO LILLO
Miércoles, 15 de octubre 2008, 03:47
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Esta vez sí. La tormenta, con picos máximos de 72 litros por metro cuadrado, tuvo ayer su epicentro en el Valle del Guadalhorce y en la comarca de Antequera. Cuando las escorrentías alcancen a las presas se traducirán en un importante aumento de las reservas, especialmente en las que abastecen a la capital. El director de Cuenca Mediterránea, Antonio Rodríguez Leal, explicó que en el plazo de una semana se espera que el sistema Guadalhorce gane hasta tres hectómetros cúbicos, el equivalente al consumo de la capital durante unas tres semanas. Rodríguez Leal puso el acento en lo que supondrá para la recarga de los acuíferos, de donde se obtienen la mitad de las reservas para el consumo humano en la provincia. Aunque consideró que las recientes lluvias son una buena noticia, el experto reiteró que esta forma de precipitaciones, como pequeñas gotas frías muy localizadas, tiene poco aprovechamiento para los embalses. Las tormentas también han permitido elevar el nivel de ríos como el Guadalhorce, por lo que en breve se podrán iniciar las captaciones superficiales desde el azud de Aljaima (Cártama) con destino a El Atabal. Ello permitirá cerrar las presas y ahorrar recursos. Máximas Junto a La Encantada (Guadalhorce, 72 litros) y Villanueva del Trabuco (se estima en unos 70 litros), destacan las cifras de Bobadilla (50,5), Paredones (45), Coín (42) y Colmenar (40). A pesar de la situación tormentosa de la pasada semana, las reservas de agua se han reducido en 0,9 hectómetros cúbicos durante la última semana, con lo que el total se sitúa en 112,9 hectómetros. La situación ha mejorado en los pantanos que abastecen a la ciudad de Málaga (Guadalhorce, Conde y Guadalteba), que contienen unos 52 hectómetros, el equivalente a seis meses de consumo. Las precipitaciones han permitido compensar las captaciones realizadas durante el último mes. El caso más preocupante es el de La Viñuela, que con 16,6 hectómetros roza el 10% de su capacidad. Y, lo que es peor, las recientes tormentas apenas se han dejado notar en la cuenca axárquica.
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