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BEBER DEL MAR. En la imagen la planta de Marbella, la de Mijas-Fuengirola será la segunda de la Costa. / SUR
La obra clave para evitar la sequía en Málaga no ha empezado tras casi cuatro años de trámites
MÁLAGA

La obra clave para evitar la sequía en Málaga no ha empezado tras casi cuatro años de trámites

El proyecto de la segunda desaladora de la Costa está aún en fase de redacción, que deberá concluir este año El PP denuncia que la tardanza en la adquisición de los terrenos supondrá nuevas demoras en el proyecto

I. LILLO

Lunes, 22 de septiembre 2008, 15:10

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La provincia se encuentra ante el peor momento de las reservas hídricas de la provincia del actual ciclo seco, que se inició en 2005 y que ha dejado los embalses a sólo el 18,8% de su capacidad. Pese a que las obras de emergencia han permitido mantener el suministro urbano hasta el momento, lo cierto es que el proyecto clave para garantizar la disponibilidad de agua potable en épocas de escasez, la desaladora de Mijas-Fuengirola, aún no ha comenzado a ejecutarse, tras invertir casi cuatro años de tramitación.

En el mejor de los escenarios posibles, si se inicia a finales de año, los casi veinte hectómetros cúbicos de agua que producirá anualmente -suficientes para abastecer a la capital durante cuatro meses- comenzarán a fluir a mediados de 2010. Hasta entonces, los malagueños seguirán estando a expensas de la lluvia para beber.

A finales de julio la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) adjudicó los trabajos a la unión temporal de empresas formada por Sacyr, Sadyt y Construcciones Vera. También se encargó la redacción del proyecto a la UTE compuesta por Narval Ingeniería, Urbaconsult e Iberhidra. Según el anteproyecto, podrá producir cada día 50.000 metros cúbicos de agua potable, con un caudal de 578 litros por segundo.

Fuentes de Acuamed explicaron que en este momento se está redactando el proyecto constructivo, que tiene un plazo máximo de tres meses. Después, lo deberá aprobar el Ministerio de Medio Ambiente (lo que requerirá aproximadamente otro mes) y comenzarán las obras, lo que se podría producir a finales de este año o a principios del próximo.

Dudas sobre el suelo

Sin embargo, un inconveniente amenaza con retrasar aún más el inicio de los trabajos. Se trata de las dificultades que se está encontrando el Ayuntamiento de Mijas para hacerse con los terrenos, que están en manos privadas. En febrero, el alcalde de la localidad, Antonio Sánchez, anunciaba un acuerdo con los propietarios, según el cual el municipio lograría el suelo a cambio de dar prioridad a la futura ordenación del sector, una vez se apruebe definitivamente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). A día de hoy, esa cesión formal de los terrenos aún no se ha producido, aunque el regidor socialista confió en solventar cuanto antes los flecos que quedan pendientes.

Menos optimistas se mostraron desde el PP, donde afirman que el convenio es inviable, al entender que las 5.000 viviendas proyectadas en el entorno colisionan con el estudio de impacto ambiental de la desaladora. Al tiempo, aseguraron que el acuerdo «no contempla ni cuantifica la inversión necesaria para solventar los inconvenientes de su condición de zona inundable».

La parcela en cuestión tiene 103.000 metros cuadrados y está situada entre el río Fuengirola, la depuradora de Cerro del Águila y el límite con los términos municipales de Fuengirola y Mijas. En este enclave también está pendiente la construcción del centro hospitalario de alta resolución de especialidades (Chare).

Desde Acuamed expusieron que en los terrenos destinados a la creación de infraestructuras de este tipo cabe la posibilidad de expropiación, aunque el compromiso del Ayuntamiento es obtenerlos y cederlos al ente estatal tan pronto para cuando culmine el proyecto. «Ninguna desaladora tiene en su poder los terrenos al nivel actual de tramitación», alegaron.

Presas inútiles

Sobre las críticas de los populares acerca de la ubicación en un suelo inundable, las fuentes explicaron que el proyecto contempla que la desaladora se construya en altura para evitar este problema.

Antonio Rodríguez Leal, director de Cuenca Mediterránea, reiteró la apuesta del Gobierno y la Junta por la desalación: «Llueve poco y cada vez menos. Pero además entra una menor cantidad de agua en los embalses, hasta un tercio de la de un año normal. Las presas no sirven». Rodríguez Leal abogó por el uso de aguas subterráneas y recicladas, «pero si no llueve los acuíferos no se recargan, por eso hay que apostar por la desalación».

Al tiempo, reiteró que la Junta traerá agua a la capital desde donde haya excedentes, en referencia a la presa de La Concepción, en Marbella, la única que ofrece una nivel óptimo de llenado. «El año pasado tuvimos que desembalsar dos veces desde el Río Verde».

Estrategia nacional

Sobre la tramitación de la desaladora de Mijas, el responsable de Cuenca Mediterránea aseguró que tiene las garantías del alcalde de que no habrá problemas para obtener el suelo necesario: «Acuamed puede seguir la tramitación con la documentación actual».

La desalación es uno de los puntos clave de la estrategia del Ministerio de Medio Ambiente para hacer frente a la sequía desde el mandato de Cristina Narbona, surgido de las elecciones de marzo de 2004. Ya en 2005, Acuamed inició los trámites para dotar a la Costa del Sol de una segunda infraestructura de este tipo, tras la que ya opera en Marbella. La iniciativa tiene un presupuesto de 61,7 millones, que financiarán la Agencia Andaluza del Agua y Acuamed, conjuntamente con fondos europeos.

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