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REVUELTAS. Los incidentes se repitieron en la madrugada del lunes. / REUTERS
La Guardia Civil descarta que el asesinato del joven senegalés sea un asunto de drogas
ANDALUCÍA

La Guardia Civil descarta que el asesinato del joven senegalés sea un asunto de drogas

Una simple discusión por un cubo de agua pudo ser el motivo del apuñalamiento

F. GRANADOS

Martes, 9 de septiembre 2008, 03:41

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Aún se desconocen las causas exactas que motivaron el asesinato el pasado sábado del joven senegalés Ousmane Kote, en la barriada de las '200 viviendas' de Roquetas del Mar. Lo que sí descartaron ayer todas las fuentes consultadas es que se debiera a un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Este falso, ofrecido horas después del suceso, ha indignado más si cabe a la comunidad senegalesa de este localidad almeriense. Unos 300 compatriotas del fallecido se manifestaron ayer frente a las puertas del Ayuntamiento para exigir una rectificación.

La situación en la barriada de las '200 viviendas' era ayer noche de calma tensa. Los heridos que han dejado dos noches de batallas campales en plena calle se recuperan de sus heridas, excepto un agente de las Guardia Civil que sufrió una pedrada en la oreja y que deberá ser operado.

Patrullas

Más de cien efectivos de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía patrullaron durante toda la jornada este humilde barrio que glosa el espíritu de un municipio donde conviven 107 nacionalidades. La fértil industria de los invernaderos (Ousmane Kote trabajaba en uno de ellos) necesita de mucha mano de obra.

Numerosos trabajadores subsaharianos se agolpaban frente a uno de los numerosos locutorios existentes comentando, con cierta indignación, las noticias sobre el suceso que abrían periódicos y telediarios. Ellos lo tiene claro. «No es un asunto de drogas, sino de agua», era la frase más pronunciada entre los inmigrantes, en su mayoría subsaharianos, mientras mostraban algunas de las portadas de la prensa del día. La Guardia Civil le da credibilidad a esta versión del incidente.

Uno de ellos, Dauda, conocido de la víctima, describe la pelea: «Echaron por la ventana agua a los muchachos que estaban en la calle. El chico al que mataron estaba hablando en el locutorio -hablando con su familia en Senegal- y salió para decirles a sus amigos que se fueran, cogió a uno de la mano y los llevó para su casa. Al regresar se encontró con que los del agua habían bajado y uno de ellos le dio la cuchillada». Todos los que conocieron a Ousmane Kote lo defienden como «una persona muy normal, que ni siquiera fumaba, y al que nunca se le había visto con asuntos de drogas». Además, este senegalés denuncia, como otros miembros del colectivo, la «pasividad» con la que para ellos actuaron la Policía Local y los servicios sanitarios: «Tardaron hora y media en llegar y cuando lo hicieron Ousmane se había desangrado».

Dauda va aún mas lejos y añade que «cuando llamaron dando cuenta del problema nos preguntaron si el herido era blanco o moreno, no queremos pensar mal pero pudo ser un tema racista».

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