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CON UN BRINDIS. José Manuel Moreno muestra el expositor de vinos de la tierra del Museo del Vino. / A. SALAZAR
José Manuel Moreno, secretario del Consejo Regulador de Denominación de Origen de Málaga: «Los buenos momentos se hacen inolvidables con vino»
LA GRANIZADA

José Manuel Moreno, secretario del Consejo Regulador de Denominación de Origen de Málaga: «Los buenos momentos se hacen inolvidables con vino»

Es gallego de nacimiento, pero se siente un malagueño de pura cepa/ Es un enamorado de su profesión/ Sueña con tener su propia bodega/ Cree que Málaga ha olvidado su vínculo histórico con el vino

UNA ENTREVISTA DE

Martes, 19 de agosto 2008, 14:49

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Su trabajo consiste en otorgar el sello de denominación de origen Málaga y Sierra de Málaga a los vinos de las bodegas de la provincia. ¿Es difícil juzgar la calidad de un vino?

Tenemos catadores especializados que miden la calidad de los productos para determinar si los vinos elaborados en las bodegas malagueñas cumplen con las exigencias de la denominación de origen.

¿Por qué hay dos denominaciones de origen en Málaga?

Por la gran variedad de vinos existente. En Málaga hay cinco zonas productoras diferentes: la de los montes, la Axarquía, la costa occidental, Serranía de Ronda y norte. Las dos denominaciones abarcan todas esas zonas, y además la denominación Sierra de Málaga tiene una subdenominación para los caldos elaborados en la Serranía de Ronda.

El sabor del vino también depende mucho de la tierra en la que crece la vid. ¿Qué características ofrecen los diferentes suelos de cultivo?

La vid de la Axarquía se cultiva en pendiente, sobre suelo de pizarra donde la uva característica es la moscatel. En la zona norte, también hay suelos pizarrosos muy mineralizados y su vino más famoso es el Pedro Ximénez. Los montes, que incluye los vinos de Málaga capital, han sido durante muchos años la salvaguarda de la denominación de origen con suelos calizos y profundos. Los suelos alvarizos -blancos y muy calizos- de lomas suaves son propios de la Costa del Sol occidental que también da moscatel y vinos muy arenosos. Por último, los vinos de la Serranía de Ronda, que acaban de rescatar su vinculación histórica con el viñedo después de algún tiempo sin cultivarlo.

¿Hay variedad suficiente para maridar con cualquier plato?

Se pueden tomar vinos de Málaga en una comida desde los aperitivos hasta el postre, porque tenemos vinos dulces, tintos, blancos el problema es que el consumidor conoce muy poco fuera de los vinos dulces.

Sabe mucho los vinos de la tierra, pero el acento le delata.

Yo soy gallego de nacimiento pero malagueño de adopción. Llevo aquí casi 40 años y he aprendido a amar esta tierra y a conocer su historia y sus tesoros como el vino, un regalo que recibo ofreciendo lo mejor de mí a esta provincia.

¿Siempre imaginó su vida vinculada al vino?

Para nada. Estudié ingeniería agraria, pero el vino sólo lo conocía de lejos, como la mayoría de la gente. Ahora soy un enamorado.

Entre tanta bodega, ¿no le gustaría tener una propia?

Bueno, por soñar no pasa nada. Es un mundo que me fascina, pero no sé si tendré años suficientes para ver mi propia bodega. Por ahora, tengo una hectárea de viñedos. Pero considero que tengo paciencia, algo muy necesario cuando se trata del vino, y pienso que todo llegará.

Desde hace unos meses el consejo también ha puesto en marcha el Museo del Vino

Intentamos educar en la cultura del vino a quien viene, mostrándole su vertiente histórica y también explicando la amplia variedad de caldos de la tierra.

¿Los malagueños conocen la historia del vino en la provincia?

Pese a la gran vinculación histórica que ha tenido Málaga con el vino, es un gran desconocido para los ciudadanos de a pie. Pocos saben que la relación de Málaga con el vino comenzó con los fenicios y que continuó con los romanos y los árabes, que introdujeron el cultivo de la pasa. Málaga en el siglo XIX era una potencia mundial con nombre propio en el vino y la pasa y generó mucha riqueza en la provincia.

Luego llegó la filoxera y se echó todo a perder

La filoxera fue la ruina para el sector en la provincia. De 100.000 hectáreas de viñedos se perdió el 75% y empobreció mucho a la provincia. Luego llegó la pobreza a la zona. Se retomó el cultivo, pero ya nunca llegó a ser tan importante como antes de la plaga. Eso sí, se replantaron las vides malagueñas injertadas en cepas americanas que las hicieron más fuertes ante las enfermedades. Fue una de las consecuencias positiva.

¿Qué puede tener de positivo?

Tras la filoxera, las autoridades se decidieron a regular un sector donde no había ningún control. Gracias a los avances científicos, cualquier bodega podía hacer un vino similar al de Málaga y usaban el nombre de este vino para nombrarlo. En 1932 se fijan las denominaciones de origen y un año después nace el consejo regulador. Este año es el 75 aniversario y es heredero de la Hermandad de Viñeros. Gracias a la filoxera y a la crisis en el sector deciden protegerlo y salvaguardar la calidad.

¿Y de dónde proviene la Hermandad de Viñeros?

La Hermandad de Viñeros proviene del repartimiento de tierras que se hizo en tiempos de los Reyes Católicos, que pusieron las tierras arrebatadas a los árabes en manos de unos señores feudales. Estos señores tenían una serie de privilegios; cuando no se veían satisfechos, se reunían en la iglesia de La Merced, en torno a la imagen de un Cristo, que se llamó el Cristo de los Viñeros. Con el paso del tiempo derivó en la vertiente más religiosa, que continúa hasta hoy. Por otra parte, con los siglos terminaron constituyendo un montepío de socorro, cuya sede originaria es donde luego se situó la Sociedad Económica de Amigos del País.

¿Es de los que piensa que al pan, pan y al vino, vino?

Pienso que cada hay que darle a cada cosa su nombre, pero que tampoco hay que ser drástico y hay que escuchar al pan y al vino para llegar a un entendimiento.

¿El vino no acaba de conquistar a los jóvenes?

Los jóvenes tienen una curiosidad innata por el vino que crece con los años. Pero se acercan al vino desde un punto de vista intelectual. Claro que tiene precios algo menos asequibles. Pero el vino tiene la ventaja de que se aleja de esa idea de beber alcohol para emborracharse.

¿El vino invita a disfrutar del instante?

El vino hace inolvidables los momentos, mientras que la ingesta indiscriminada de alcohol hace que te quieras olvidar de esos momentos.

Con la feria, se consume un poco más de vino que de costumbre. ¿Qué diría a los feriantes malagueños?

Que no se queden con un solo vino y prueben la gran variedad de productos que ofrecemos en Málaga. Pueden degustarlos en la caseta que instalaremos en la feria del Centro. Eso sí, con moderación y, si puede ser, acompañado por algo de comida para que no se le suba a la cabeza. Queda mucha feria que disfrutar y cada uno sabe dónde está su límite.

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