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GOTA A GOTA. Los malagueños reducen las visitas a las gasolineras para hacer frente al fuerte alza de los carburantes. / SUR
El ahorro de las familias provoca por primera vez una caída del consumo de los carburantes
MÁLAGA

El ahorro de las familias provoca por primera vez una caída del consumo de los carburantes

Las gasolineras de Málaga cifran en hasta un 12% la pérdida de ingresos por el aumento de precios La menor afluencia de trabajadores desde el interior y la restricción en el uso del coche, principales causas

IGNACIO LILLO

Jueves, 5 de junio 2008, 15:34

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Repostar combustible consta ya de cuatro pasos: uno, parar el motor y abrir el depósito; dos, pagar; tres, verter el ansiado líquido en el depósito; y cuatro, levantar el extremo inferior hacia el cielo para escurrir las últimas gotas. Pero la manguera ya no da más de sí, y cada vez más malagueños se ven obligados a aparcar el coche y desplazarse de otra manera. O, directamente, a reducir las salidas.

Después de años de subidas sostenidas en el consumo de petróleo en la provincia, el sector ha vivido en lo que va de año el primer descenso fuerte de la demanda de gasóleo y gasolina, una cifra que oscila entre el 5% de la capital y la Costa y el 12% en el caso del interior.

El sector coincide en señalar que las mayores caídas se producen en el gasóleo, con el que funciona el 70% del parque móvil local, y la clave de este fenómeno se encuentra en su precio, que ha alcanzado cotas inimaginables hace apenas seis meses.

Álvaro Fontes preside Agavecar, la patronal de las estaciones de servicio andaluzas, y no esconde la preocupación de sus asociados por la situación que se ha creado. Este experto distingue entre los consumos urbanos, donde el descenso ha sido menor, y las entidades que operan en el entorno de autovías y carreteras principales de las zonas rurales, que son las que más sufren la pérdida de clientes.

La razón está, según Fontes, en la drástica reducción del flujo de transportistas de la construcción, pero también de obreros que hasta ahora viajaban a diario desde sus pueblos hasta la Costa para trabajar en las obras. «Eran verdaderas flotas de furgonetas que paraban, repostaban y desayunaban, y han pasado a ser cero, ya no hay».

Viajes innecesarios

Para muchos consumidores de a pie, el combustible se ha convertido en un gasto fundamental, de manera que los empresarios perciben un mayor descenso del consumo a final de mes. «La gente no usa tanto el coche, los pequeños desplazamientos interprovinciales, como ir a tomar el sol a la Costa los fines de semana, se han reducido». Al tiempo, aumentan comportamientos tales como compartir coche para ir a trabajar y el uso del transporte público, que está viviendo unos meses dorados.

De hecho, un reciente estudio sobre la intensidad de vehículos elaborado por el Área de Tráfico del Ayuntamiento de Málaga revela que en el periodo comprendido entre enero y abril, las principales vías de la ciudad han registrado unos 35.000 movimientos menos. Mientras, el número de viajeros de la EMT aumenta a un ritmo superior al 5%.

Y el que no puede -o no quiere- dejar el volante, sí ha cambiado de hábitos. Cada vez aprieta menos el acelerador, sobre todo por el miedo a las multas, aunque también por temor a la factura de la gasolinera. Lo que deriva en un descenso generalizado de las velocidades de las carreteras malagueñas y, por tanto, en la posibilidad de repostar con menos frecuencia. «El primer agosto del carné por puntos bajaron los consumos porque bajó la velocidad. Es un factor que hay que tener en cuenta», indicó Fontes.

Más motos

Otra clave que ayuda a analizar la situación es la proliferación de motos, en especial las de 125 centímetros cúbicos, que se pueden conducir con el carné de coche, y cuyo consumo es muy reducido. Este hecho es especialmente patente en la capital y las ciudades costeras, donde las dos ruedas se han convertido en una herramienta, a la vez, de ahorro y para evitar las caravanas.

Pero entre los grandes consumidores, las empresas de la construcción, la caída ha sido muy superior. Antonio Ruiz, director comercial de Bioandalucía, que comercializa biodiesel, lo cifra hasta en un 40%, mientras que en los transportes se situaría en un 15%. Ruiz puso de relieve el fuerte descenso en la actividad económica y llamó la atención sobre el efecto de contención que ha tenido en Málaga la obra civil.

A nivel nacional, el consumo de gasóleo de automoción registró un descenso de casi un 10% durante el pasado mes de marzo, una cantidad que representa hasta más de dos millones de toneladas menos, según datos del Boletín Estadístico de Hidrocarburos.

Cambio de ciclo

Esta disminución de la demanda coincide con la primera vez que el precio del gasóleo superó al de la gasolina. De hecho, llenar el depósito de un coche de este tipo es actualmente 4,4 euros más caro que hacerlo con uno de gasolina.

Respecto al mismo mes del año anterior, el consumo de gasolinas y gasóleos en el transporte urbano experimentó una caída del 14,62%, mientras que el descenso en el transporte por carretera alcanzó el 10,17%.

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