Salvador García sale a hombros el día de su alternativa junto a Rivera Ordóñez

Salvador García, de verde manzana y oro, tomaba la alternativa a las 19.15 horas, de manos de su torero ideal, Rivera Ordóñez. Antes de la ceremonia, con Ángel Teruel, nuevo en al plaza, de testigo, se había lucido con el capote, con verónicas majestuosas que se jalearon. Tras un puyazo, del que el toro salió 'crudito', con la muleta, tras brindar a su padre, hizo una faena que va de menos a más, según se fue haciendo con el toro, sacando al final estimables tandas con la mano diestra. Mató de estocada traserilla pero de efecto fulminante y cortó una oreja. En su segundo, fue jaleado de nuevo con el capote, mostrándose variado y artista. Con la muleta, faena de mucha voluntad a un toro poco colaborador, derrochando valor y ganas, para matar de pinchazo y una gran estocada, que hizo al público pedir con fuerza la oreja que el presidente concede.

Sin suerte en el primero

Rivera Ordóñez, de celeste y oro, bien con el capote en su primero, no pudo hacer nada a un torito flojo y poco colaborador, que no le permitió ligar los pases. Encima estuvo mal con la espada precisando de varios pinchazos antes de volcarse sobre el toro y darle una gran estocada. Palmas. En su segundo, se sacó la espina y vimos al Rivera Ordóñez que sale a por todas: verónicas preciosistas, rematadas con medias espectaculares y adornos vistosos. Tras un puyazo, y a petición del público pidió las banderillas, colocando tres pares, de los que sobresalió el primero. Brindó al público, y ejecutó una faena con la derecha con pases muy lentos, artistas y pintureros que el público agradeció. El toro no le permitió nada por el pitón izquierdo y terminó su faena con otra tanda de derechazos, rematada con adornos y desplantes. Estocada entera que le valió las dos orejas.

Ángel Teruel, de azul marino y oro, mostró su poderío con el capote en ambos toros, luciéndose por verónicas, medias y remates preciosistas que el público aplaudió con ganas. En el primero, un toro flojo y bronco, le costó hacerse con el astado y después de intentarlo por las dos manos se lució con una gran estocada, que le valió una fuerte ovación y petición. En su segundo, tras volverse a lucir con el capote, volvió a encontrarse con un toro poco colaborador al que, a base de insistir, le sacó algunos lances sueltos con ambas manos, alguno de excelente factura. Cuando tenía al público caliente, perdió el trofeo por pinchar antes de cobrar una buena estocada. Ovación con saludos.

Al final, Teruel fue despedido con una fuerte ovación mientras Rivera Ordóñez y Salvador García salían a hombros.