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INMACULADA CRUZADO
Viernes, 23 de mayo 2008, 03:16
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Parecerá que cada vez que hablo de Cerrado de Calderón es sólo para quejarme. Ya me gustaría a mi hacer lo contrario, pero si hago honor a la verdad, no puedo.
Hoy creo que debo hablar de las aceras, porque además de conductores, somos peatones. Siempre nos han dicho que andar es sano, que es cívico no coger en exceso el coche..., pero si quieres pasear por aquí debes contratar un seguro. Y se preguntarán por qué. Pienso que el nombre de «aceras» le va grande a lo que tenemos en las calles de esta urbanización. Muchas de ellas están rotas, con registros que no tienen su tapadera, con el consiguiente peligro de meter una pierna, caerse, etc. Hay trozos que no existen, mientras que otras no tienen baldosas ni de las más corrientes. Muchas, gracias a la vegetación incontrolada, hay ir saltándolas con una pértiga, incluso invadiendo la carretera, pudiéndonos atropellar un coche.
Además, existe una desorganización, no sé por parte de quién (Ayuntamiento, compañías, etc), porque si nos ponemos a contar el número de registros que hay entre las aceras y las carreteras nunca acabamos. Considero que en el siglo en el que estamos se podría unificar todo para que esto no fuera un continuo esquivar alcantarillas, registros... Y es que los derechos del peatón en esta urbanización no están cubiertos ni por asomo.
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