Seguimiento desigual de la huelga de profesores contra el plan de incentivos

El llamamiento a la huelga en el sector educativo malagueño de los sindicatos Apia, CGT, Sadi y Ustea logró ayer un seguimiento desigual, con centros prácticamente inactivos -y donde los padres tuvieron que acudir a recoger a sus hijos por la falta de personal en las aulas- y otros donde la convocatoria pasó desapercibida. Unos 400 docentes se concentraron a las puertas del Edificio Negro, sede de la Delegación de Educación, para mostrar su rechazo a la orden de incentivos propuesta por la Consejería, y que supone para los profesores de los colegios e institutos adscritos un aumento de hasta 7.000 euros en tres años, a cambio de mejorar los rendimientos escolares.

Hasta aquí los hechos, que dieron lugar ayer al tradicional baile de cifras de participación entre los convocantes y el Gobierno andaluz. Para los primeros, el 65% de los funcionarios no acudió a su puesto de trabajo, un número que Educación limitó al 12,2%. SUR realizó un sondeo telefónico entre 15 colegios e institutos de la provincia, con una media del 20% de profesores en huelga. En varios casos el apoyo fue prácticamente anecdótico, mientras que en otros se alcanzó el 70% de adhesión.

En el apartado de valoraciones, Gonzalo Guijarro, portavoz de la Asociación de Profesores de Instituto (Apia), calificó la orden de incentivos como «un intento de comprar aprobados y así arreglar las desastrosas estadísticas de la educación en Andalucía que ofrece el informe Pisa». Guijarro también reclamó una «verdadera homologación salarial»: «Lo que los sindicatos mayoritarios han firmado es una subida de 400 euros al año. En el País Vasco los profesores ganan 400 euros más cada mes».

Antonio Jiménez, portavoz de CNT, coincidió en que la ley supone «7.000 euros por ocultar los resultados educativos y culpa al profesorado de los problemas, cuando ya cumplen los objetivos». El plan de incentivos ha sido rechazado en más de la mitad de los centros educativos de Málaga.

El delegado de Educación, José Nieto, puso de relieve la baja participación en la huelga y rechazó los argumentos esgrimidos por los sindicatos: «Los incentivos premian cuestiones como la reducción del absentismo y más participación en la vida del centro docente».