Nueve muertos en un accidente en Benalmádena provocado por un conductor que doblaba la tasa de alcohol

El autobús en el que viajaban 47 turistas finlandeses se convirtió en una trampa mortal. Un todoterreno lo embistió en la parte trasera izquierda. El chófer no pudo controlar el autocar y volcó. El saldo del accidente, uno de los más graves que han ocurrido en la provincia, ha sido de nueve muertos y 38 heridos, de los cuales 22 se encuentran graves. Los fallecidos son seis mujeres, dos hombres y una niña de siete años.

El trágico siniestro ocurrió a las siete y media de la tarde en el kilómetro 224 de la autovía del Mediterráneo (A-7) a su paso por Benalmádena, a la altura de la salida de Arroyo de la Miel. El autobús circulaba en el carril central por la calzada en sentido Málaga. El todoterreno, de la marca Kia, iba detrás. Según explicó ayer el subdelegado del Gobierno, Hilario López, el todoterreno intentó adelantar al autocar por el carril derecha. Por causas que se desconocen, se salió de la calzada, impactó contra el guardarraíles y salió despedido hacia el autocar, al que chocó por la parte trasera derecha y lo desequilibró. El chófer no pudo controlarlo y volcó, yendo a parar a la mediana que separa las dos calzadas de la autovía. Entonces, el autobús fue deslizándose por la carretera, golpeando contra las barreras biondas. De hecho, una de ellas atravesó transversalmente el autobús, "como si fuera una espada", explicaron fuentes de la investigación.

El vehículo quedó convertido en un amasijo de hierros con medio centenar de personas -47 turistas, el chófer y dos guías- atrapadas en su interior. Al lugar del siniestro se desplazaron efectivos de bomberos de Torremolinos y Benalmádena, así como personal sanitario y de Guardia Civil de Tráfico, que comenzaron a evacuar a los ocupantes del vehículo.

Las dimensiones de la tragedia se iban haciendo cada vez mayores a medida que avanzaba la tarde. De las primeras informaciones, que hablaban de tres fallecidos, se pasó a ocho en apenas una hora. El drama era aún mayor. Cuando se levantó por completo el autobús, se decubrió a la novena víctima mortal del siniestro, que estaba debajo del mismo. Al cierre de esta edición, el balance final de muertos era de seis mujeres, dos

El chófer del autocar, dos guías y otros 35 turistas sufrieron lesiones de diversa consideración, la mayoría graves, según informó el Servicio Andaluz de Salud. Uno de los heridos es un niño, que fue trasladado al Hospital Materno Infantil de Málaga, donde también ingresó una mujer en el área de ginecología. Hubo que coordinar un espectacular despliegue de ambulancias para evacuar a los heridos por los distintos centros sanitarios de Málaga. Siete víctimas fueron trasladadas al Clínico Universitario, cinco a Carlos Haya (una de ellas en estado crítico y la otra, grave), cinco al Costa del Sol de Marbella y dos más al Hospital Civil. Los demás heridos fueron atendidos en los centros de salud de Benalmádena y Torremolinos.

Al cierre de esta edición, la Guardia Civil seguía trabajando en la identificación de los fallecidos, ya que algunos no llevaban documentación encima. No obstante, se presume que todos son turistas finlandeses que iban a abandonar la Costa del Sol tras haber pasado en ella unas vacaciones.

Salida desde Marbella

El autocar salió ayer por la tarde de Marbella, desde donde -según fuentes cercanas al caso- fue haciendo varias paradas para ir recogiendo a los turistas en distintas localidades de la provincia. El grupo viajaba con el mayorista de viajes Tui España.

Los pasajeros que resultaron ilesos y los heridos que iban siendo dados de alta de los diversos centros de salud fueron trasladados por otro autobús fletado por la compañía de viajes hasta el Hotel Griego de Torremolinos, donde pasaron la noche.

Los investigadores del equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico inspeccionaron el tacógrafo del vehículo y comprobaron que no había superado el límite de velocidad en todo su recorrido desde Marbella.

Respecto al conductor del todoterreno, fuentes de la investigación confirmaron que circulaba bajo los efectos del alcohol. El hombre, identificado como J. G. R., de nacionalidad española y de 27 años, ha sido detenido por la Guardia Civil tras arrojar una tasa de 0,50 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, es decir, el doble del máximo permitido. Anoche se encontraba hospitalizado en el Clínico con heridas leves.

El joven, que al parecer es el propietario del todoterreno, viajaba con su padre, que también sufrió lesiones. Se desconoce cuál pudo ser el motivo de que colisionara contra la valla, lo que desencadenó el siniestro, aunque -según fuentes próximas a la investigación- varios testigos señalaron que el vehículo venía circulando bastante rápido. Ayer, los agentes de Atestados pudieron recabar testimonios de media docena de testigos que presenciaron el siniestro o que, al parecer, fueron adelantados por el todoterreno.

Las primeras reacciones ante la tragedia que una vez más se ha cobrado la carretera no se han hecho esperar. La Asociación de Víctimas de Accidentes (DIA) exigió la aplicación del Código Penal "contra el supuesto culpable del siniestro" y avanzó su intención de contactar con la Fiscalía para se vuelque en el caso.

El propio fiscal general de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, telefoneó ayer a la jefa provincial de Tráfico, Trinidad Hernández, para interesarse sobre el accidente y las circunstancias que han concurrido en el mismo.