«Ya no soy un millonario; lo he dado todo»
Teodulfo Lagunero / Catedrático de Derecho Mercantil, abogado, constructor millonario y comunista, (Valladolid, 1927) / Financió el PCE en la clandestinidad y trajo de vuelta a Santiago Carrillo / La tradición comunista familiar no ha sido incompatible con una fortuna amasada con el ladrillo / En su cuenta corriente de amigos sobresalen Alberti, Neruda o Gala / Ha cedido su fortuna a una fundación para que construya guarderías y residencias para la tercera edad / Ultima un libro que recoge una vida y una memoria prodigiosas /
Una entrevista de M. Eugenia Merelo
Domingo, 23 de marzo 2008, 02:33
¿Qué cuesta más trabajo, amasar una fortuna u obtener un carné el PCE firmado por Carrillo y Pasionaria?
No tiene comparación. La fortuna que ... tenía la hice a través de toda una vida, de muchos negocios. El carné firmado por Carrillo y Pasionaria fue una manifestación de agradecimiento del partido por la actuación que durante once años tuve con ellos.
Que el PCE en el exilio tuviese como topo en Madrid a un millonario, ¿paradoja, casualidad o puro destino?
Casualidad. Mi familia era antifranquista, toda mi familia había estado en la cárcel, yo mismo con 18 años tuve un consejo de guerra. Cuando tuve medios económicos traté con el PCE e hice lo que creía que era mi obligación como ciudadano español, contribuir con los que entonces eran los únicos que luchaban contra Franco. Fui consecuente con mis ideas, con las circunstancia accidental de que los negocios me había salido bien.
Ser la banca del rojerío español le reportó intereses. Los más sustanciosos, ¿los amigos?
Yo no lo hice como inversión. Sabía que apostaba a caballo perdedor. Lo hice porque era mi obligación como ciudadano hacerlo. Esos once años que dediqué mi vida y mi dinero, todo, a la lucha contra Franco, son los mejores años de mi vida. El pago que tuve fueron unos años en los que me realicé como ser humano.
¿Se siente más cómodo en una mesa en Maxin's o en una manifestación del 1 de Mayo?
Sin lugar a dudas, en una manifestación del 1º de Mayo.
¿Y alimenta más el caviar del Ritz o el rancho de la cárcel?
He pasado mucha hambre. Hijo de los vencidos, con un padre en la cárcel pasé mucho frío y mucho hambre. En la cárcel estuve nueve meses y el rancho era una cosa brutal. Cuando pasas hambre lo único que quieres es comer.
¿De dónde sacó la peluca de Santiago Carrillo?
El PCE consideró que yo era la persona más idónea para traerle a España con menos riesgo. Un Mercedes pasaría más inadvertido. El peluquero de Picasso vivía muy cerca de la casa que yo tenía en Cannes y hablando con él un día dijo que él haría la peluca. Y entró en España con la peluca, que por cierto no la hizo nada bien porque parecía una marica vieja. ¿Era horrible!
¿Por qué no le caía bien Cela?
¿Menos mal que no sabía entonces lo que se ha sabido después! Cela, que era un gran escritor, humanamente era un ser impresentable, entre otras cosas se sabía que se había ofrecido voluntario al gobierno franquista para delatar a los intelectuales. Era una persona desagradable.
¿Desagradable?
La primera vez que entré en su casa en Madrid nos recibió en bata y en babuchas. Nada más entrar se cogió una rodilla con las manos y se tiró un pedo, delante de las tres parejas que íbamos. Decía, «yo domino mi estómago, si quiero me tiro dos». Se cogió la rodilla y se tiró dos. «Y además, si quiero, hago como una orquesta», dijo. Y se cogió de nuevo la rodilla y se tiró siete u ocho. Se puede escribir 'La divina comedia' y ser un majadero, un maleducado y un grosero.
El fracaso del 23-F, ¿lo celebró con una mariscada?
Con mucha tristeza, porque era un esperpento.
Su amigo Marcos Ana defiende que vivir por los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo, ¿ha sido también su divisa?
A mí me ha influido muchísimo Marcos Ana. Es una figura extraordinaria. Me ha influido tanto que he creado una fundación. Ya no soy millonario, lo he dado todo. He creado una fundación a la que he dado todos mis bienes, incluso mi pensión de jubilación de catedrático. Su función es crear guarderías infantiles para que las mujeres puedan dejar a sus hijos cuando van a trabajar y estén atendidos. Y residencias de ancianos.
¿Le emociona más la música de una ópera o de La Internacional?
Para empezar, la ópera no me gusta. La Internacional me emociona, y la Marsellesa, también.
¿Es más preocupante la crisis del ladrillo o la ideológica?
La ideológica. La del ladrillo es pasajera, consecuencia de la especulación capitalista y dentro de unos meses o unos años no se hablará de ella.
¿Sigue pensando que su vida es o ha sido una contradicción?
Todas las vidas son una contradicción, en el amor, en el trato con la familia, en la profesión, en la amistad, en la lealtad. Hay que saber elegir siempre el camino mejor. Hay que ser siempre leales a sí mismos, hay que ser congruentes. Y yo he procurado serlo.
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